No hay evento en la historia que no surja de otros que lo hayan precedido y que no llegue a ser origen de otros más o menos importantes. La Revolución Mexicana es un ejemplo de ello; se puede marcar su inicio en 1906, cuando la organización del Partido Liberal y la Huelga de Cananea irrumpieron en el escenario nacional como movimientos que marcaron el ocaso del Porfiriato, y concluir con la promulgación de la Constitución de 1917, que consignó como normas fundamentales todos los principios políticos, sociales y económicos que fueron la bandera de la Revolución. Sin embargo, no es un periodo sencillo de catalogar, pues hay asuntos que lo suceden, como Los Tratados de Bucareli y otros sucesos que lo explican, como el movimiento anárquico floresmagonista.
El revolucionario del pueblo. A 145 años del nacimiento de Francisco Villa. Homenaje a Nellie Campobello.
Francisco Villa fue uno de los personajes más importantes de la Revolución Mexicana. Sin la conducción que hizo de la División del Norte, el ejército popular más poderoso en la historia de México, no hubiera sido posible el triunfo revolucionario, ni la destrucción del Estado oligárquico y de su ejército, ni las reformas sociales que la Revolución produjo en favor de los sectores populares. El villismo, conducido por el carismático Centauro del Norte, fue la continuación del proyecto maderista, su heredero legítimo, pero más radical. El villismo fue una especie de maderismo popular, representado por algunos de los personajes más cercanos a Madero, como Felipe Ángeles, Emilio y Raúl Madero, Federico y Roque González Garza, así como Silvestre Terrazas, quienes tuvieron en sus manos la administración de los territorios controlados por la División del Norte y la definición de su ideología y su programa de gobierno.
En este libro colectivo descubriremos conexiones y divergencias de perspectivas, formando un mosaico enriquecedor que nos invita a reflexionar sobre la Revolución Mexicana y la figura de Francisco Villa desde diversas ópticas. Este compendio no sólo ofrece un análisis exhaustivo de la historia y la literatura en torno a Villa, sino que también plantea preguntas cruciales sobre cómo la construcción discursiva y la memoria histórica convergen en la comprensión del líder revolucionario.
Este libro es fruto de la colaboración entre el Instituto de Cultura del Estado de Durango (iced), la Universidad Juárez del Estado de Durango (ujed) y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (inehrm), que organizaron el coloquio “145 años del nacimiento de Francisco Villa ‘El revolucionario del pueblo’. Homenaje a Nellie Campobello”, en la ciudad de Durango del 5 al 8 de junio de 2023, con la participación de destacados investigadores e investigadoras. Esta actividad se enmarcó en la conmemoración nacional decretada por el Gobierno de la República al definir 2023 como el Año de Francisco Villa, el Revolucionario del Pueblo. A todas las instituciones organizadoras nos complace la publicación de los trabajos presentados en este coloquio y que mediante su edición en formato digital esté al alcance de todo el público interesado en su consulta.
Memoria campesina. La historia de Xalatlaco contada por su gente.
Memoria campesina. La historia de Xalatlaco contada por su gente recoge los recuerdos y opiniones de ancianos y ancianas sobre hechos que les tocó vivir o que escucharon de boca de sus mayores, partiendo del pasado más lejano, con la fundación del pueblo. En esta historia ocupa un lugar preponderante la gestación, desarrollo y derrota del zapatismo en la región del Estado de México que tuvo la mayor concentración de hablantes de náhuatl en la primera mitad del siglo xx.
Sus protagonistas nos hablan sobre las diferencias internas generadas por la desamortización de los bienes comunales, el surgimiento de un pequeño número de caciques enriquecidos, las consecuencias de esto para el nacimiento del zapatismo, las relaciones entre zapatistas y pacíficos, las relaciones con los zapatistas del Estado de Morelos, la estrategia gubernamental para acabar con los revolucionarios, las penurias que pasaron los sobrevivientes y el esfuerzo que hicieron para reconstruir su pueblo.
Este libro fue publicado en el año 1994 por el Instituto Mexiquense de Cultura en una edición que se agotó rápidamente. Agradecemos su incorporación a la Biblioteca Digital el inehrm pues no hay duda de que el tema de la Revolución y las Revoluciones en plural, sigue teniendo vigencia y despertando interés.
Felipe Ángeles: El general revolucionario y el generoso académico. Entre la milicia, la física y las matemáticas
Existe abundante literatura en la que se abordan distintos aspectos de la vida del general revolucionario Felipe de Jesús Ángeles Ramírez: desde aquella en tono biográfico, hasta la que analiza el papel jugado por el estratega militar al lado de la División del Norte de Francisco Villa y que tantos laureles le trajo, así como su papel en la Revolución Mexicana. A las prendas que frecuentemente se destacan del general Ángeles, hay que añadir otras que se sólo se mencionan superficialmente. Una es su perfil académico, especialmente su labor como docente y como autor de numerosos escritos (artículos y notas de clase) dirigidos a sus estudiantes. Esta importante faceta la desempeñó en el Colegio Militar y en otras instituciones civiles y militares, destacadamente la Escuela Nacional Preparatoria. Con la notación, el rigor y el formalismo propios de estas ciencias, en este libro se incluye una revisión de los aspectos físicos y matemáticos asociados a la balística, área de la mecánica en la que Ángeles estuvo interesado. El autor también incluye algunas reflexiones que el general hidalguense hizo sobre el papel que debería jugar el Estado en la educación de las niñas, niños y juventudes mexicanas.
El ascenso maderista y el fin del régimen porfiriano
En noviembre de 1911, Francisco I. Madero asumió la presidencia de México. Nadie dudó del carácter extraordinario de ese suceso que puso fin al largo monopolio político de Porfirio Díaz y generó enormes esperanzas de cambio en un país caracterizado por una profunda desigualdad y problemas sociales agudos. Pese a las expectativas y a que fue un verdadero parteaguas en la vida pública del país, la elección de Madero no llevó (como muchos querían) a la remoción expedita de la vieja elite porfirista ni fue suficiente (como otros lamentaban) para contener el ímpetu de los grupos rebeldes que antes se habían aliado con el maderismo.
El desenlace del gobierno del coahuilense, en febrero de 1913, fue tan trágico como trascendente. Como es sabido, su asesinato marcó el punto de partida de un nuevo conflicto armado, mucho más cruento y decisivo. Quebrantado el orden institucional por el golpe de Victoriano Huerta y ya sin Madero, los desacuerdos y contradicciones que habían desatado la Revolución en primera instancia encontraron un cauce renovado y habrían de dirimirse en el campo de batalla. La muerte de Madero desencadenó así la disputa en la que al fin habría de jugarse la suerte del régimen. Sin proponérselo, Huerta y sus aliados removieron el único dique que a duras penas contenía a las fuerzas políticas y sociales que habían causado la derrota dde Díaz y que también amenazaban con liquidar por entero el viejo orden.
Ricardo Flores Magón. Una relectura en su centenario luctuoso
En 2022 se conmemoró el 100mo aniversario de la muerte de Ricardo Flores Magón, pensador revolucionario, periodista, luchador social y rebelde. Terminó sus días exiliado en Estados Unidos, dejando un legado periodístico imprescindible que, un siglo después de su fallecimiento nos sigue ayudando a comprender el proceso de la Revolución Mexicana.
Flores Magón vivió de primera mano los fenómenos sociales y políticos de la frontera entre los siglos XIX y XX. A través de sus textos, se constituyó como uno de los precursores intelectuales de la Revolución Mexicana. Sus ideas trazaron el camino ideológico del conflicto revolucionario mucho antes de que éste explotara. Este compromiso, de igual manera, lo llevó al movimiento armado y a diversos frentes aun estando en el exilio.
Sin ceder jamás ante el poder ni caer en las trampas del conformismo, lo vemos de cuerpo entero en la frase “La Constitución ha muerto”, sentencia que colgaba en el balcón de la imprenta que él y otros liberales instalaron en la Ciudad de México, pues aún con el peligro de la persecución, Flores Magón y los suyos no dudaron en denunciar que la Carta Magna había dejado de servir a los más necesitados.
El legado de Flores Magón es el periodismo libre, el del discurso contestatario que llega a las masas y que no es complaciente con la autoridad, sino que, por el contrario, la evalúa y critica constantemente. Con la voz del periódico, pero también del teatro o del cuento, el pensador dio luz a una serie de ideas y reflexiones que buscaron desmantelar un orden injusto.
Labor internacional de la Revolución Constitucionalista de México
Frente a sus ojos, el lector tiene el libro Labor Internacional de la Revolución Constitucionalista de México (Libro Rojo), una compilación documental llevada a cabo en 1918 por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), encabezada por el militar veracruzano Cándido Aguilar, al conmemorarse el primer año de Venustiano Carranza como presidente constitucional. La obra contiene informes, comunicaciones, proyectos y planes de acción generados, en su inmensa mayoría, no en la monótona comodidad de oficinas citadinas, sino en campamentos militares y trenes de guerra. Es, en este sentido, una suerte de antología en movimiento sobre hechos fundamentales de la historia internacional de México ocurridos entre febrero de 1913 y septiembre de 1918, es decir, desde el golpe de Estado en contra de Francisco I. Madero hasta la consolidación de un nuevo gobierno nacional, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos promulgada en 1917.
En 1960, el libro fue editado por el Patronato del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), integrado por historiadores, intelectuales y figuras del proceso revolucionario: Salvador Azuela, Pedro de Alva, Diego Arenas Guzmán, Antonio Díaz Soto y Gama, Martín Luis Guzmán, Jesús Romero Flores y Francisco L. Urquizo. La obra formó parte de la colección de ediciones conmemorativas de la Comisión Nacional para la Celebración del Sesquicentenario de la Independencia Nacional y del Cincuentenario de la Revolución Mexicana, conformada por representantes de los Poderes de la Unión y cuya secretaría técnica fue encomendada a este Instituto.
A más de seis décadas de distancia de esa segunda edición, el INEHRM ofrece una nueva publicación del llamado Libro Rojo que, gracias a las virtudes de la tecnología, se pone al alcance no sólo de especialistas, sino de todas las personas interesadas en la historia de México y de la historia global: el lector encontrará documentos clave para el estudio de la Revolución Mexicana, pero también de la Primera Guerra Mundial, por medio de sus alcances y repercusiones en Estados Unidos y en América Latina. La obra es destacable, en este sentido, por el valor histórico de la antología documental que la conforma, pero también porque los temas abordados tienen una enorme vigencia para pensar el presente y el futuro de las relaciones internacionales de México. ¿De qué manera navegar en un mundo convulso sin declinar en la defensa de la soberanía y los intereses nacionales? ¿Cómo amortiguar la asimetría frente al poderoso vecino del norte y cómo estrechar los lazos con los países del sur del continente? ¿Se puede ayudar a construir la paz global a partir de las enseñanzas de la memoria histórica nacional? Son preguntas cuyas respuestas pueden nutrirse a partir de la experiencia histórica documentada en este libro.
Francisco Villa y el villismo en Zacatecas. Estrategias militares, proyectos políticos y construcción de mitos. Tomo I
El libro Villa y Villismo en Zacatecas es el resultado del trabajo en conjunto entre el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las revoluciones en México y el Gobierno del Estado de Zacatecas a través del Instituto Zacatecano de Cultura para conmemorar el 2023, como el año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo. Parte de las actividades que se hicieron para ello, fue el Coloquio Nacional: Villa y Villismo en Zacatecas durante el cual se contó con la participación de 45 investigadores de Zacatecas y de estados vecinos, quienes compartieron los estudios que realizan para analizar la figura de Francisco Villa desde sus diferentes facetas.
Debido a la calidad y cantidad de trabajos recibidos, se tomó la decisión de dividir la presentación de los mismos en dos tomos, del cual el primero ve a la luz con el título: Francisco Villa y el Villismo en Zacatecas. Estrategias militares, proyectos políticos y construcción de mitos. Los ocho trabajos aquí presentados abordan la figura del revolucionario desde su génesis misma, la interdisciplinariedad en el análisis arqueológico de las batallas en las que participó, las acciones desde Zacatecas en miras de la Convención de Aguascalientes, su política agraria, su interacción con un importante personaje histórico de la plástica mexicana, la historiografía en torno a jefes villistas, la proyección de Villa a partir de la prensa internacional y el cine nacional.
Pancho Villa, a 100 años de su muerte. Fragmentos desde Colombia
Este compendio académico surge como resultado de un valioso conversatorio conmemorativo del centenario del fallecimiento del líder revolucionario Francisco Villa, evento celebrado el 25 de julio de 2023 y respaldado por la Embajada de Colombia, la Academia Colombiana de Historia y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). La destacada participación de la embajadora Martha Patricia Ruiz Anchondo, el doctor Felipe Ávila Espinosa, director general del INEHRM, el doctor Roberto Lleras Pérez, director de publicaciones de la ACH, y el doctor José David Cortés, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, otorgó a este encuentro una relevancia excepcional al desentrañar las intrincadas conexiones entre México y Colombia durante la Revolución Mexicana.
Este libro, diligentemente elaborado por el INEHRM, no se limita a exaltar la vida y legado de Francisco Villa, sino que se introduce en el tejido histórico que entrelaza las experiencias de ambos países. A través de la pluma experta de los escritores, se exploran las complejas conexiones políticas, sociales y culturales que dieron forma a esta relación durante un periodo de cambios políticos y sociales fundamentales. Cada pasaje busca ofrecer una comprensión integral de la relación entre México y Colombia durante la Revolución Mexicana.
Educar para regenerar. Una historia intelectual del "problema indígena" a través de la Sociedad Indianista Mexicana (1910-1914).
La Sociedad Indianista Mexicana (1910-1914), objeto empírico del libro, permite observar cómo el propósito decimonónico de educar ciudadanos excedió al gobierno de la época, dada la asertividad e interés del asociacionismo científico, así como el marcado énfasis pragmático de la Sociedad Indianista en la “filantropía científica”. La Sociedad buscaba incidir directamente en la política pública, particularmente la educativa, y para ello convocó un diálogo entre pedagogos, médicos, higienistas, lingüistas, arqueólogos y otros profesionistas y científicos preocupados por la ‘población’ y las ‘razas’ mexicanas, quienes irían constituyendo la cuestión indígena como un problema específico y a la educación como su ‘solución’. Sin embargo, las definiciones del problema y su solución no tuvieron un desarrollo lineal. En el libro, el autor marca las complejas contradicciones de un proyecto político liberal en crisis, que fue transformando su defensa de la igualdad ciudadana en un énfasis en la homogeneidad nacional. Las disciplinas de la época definieron la preocupación por uniformar individuos y grupos para conformar un estándar nacional, y los medios y técnicas propuestos para este objetivo dejaron de ser universales para explorarse nuevas políticas diferenciadas. La cuestión del indio desató entre los científicos, intelectuales y políticos un complejo hacer y hablar sobre los otros; frente a la aspiración por una población ciudadana, en el seno de la Sociedad Indianista se desató una inquietante pregunta que recorría los racializados discursos de la época: ¿el indio es educable?
Hechos, No Palabras. Tomo II
Francisco J. Múgica nació en Tingüindín, Michoacán, en 1884, y murió en la Ciudad de México en 1954. Desde su juventud se dedicó al periodismo, y fundió varios modestos periódicos de oposición. En 1910, en San Antonio, Texas, se puso bajo las órdenes de la Junta Revolucionaria que organizó las primeras etapas de la revolución maderista. Después de la muerte de Francisco I. Madero, Múgica se unió al constitucionalismo. Tomó parte en el primer reparto agrario y fue uno de los firmantes del Plan de Guadalupe. Diputado constituyente por Michoacán, su obra social y política más destacada se encuentra en la Constitución de 1917. Diferencias con el presidente Álvaro Obregón lo hicieron renunciar a la gubernatura de Michoacán. En el gabinete de Lázaro Cárdenas fue secretario de Economía y de Obras Públicas. La influencia de Múgica fue decisiva para que el gobierno de Cárdenas llevara a cabo la expropiación petrolera.
La importancia de la presente obra radica en la honestidad del autor al hablar de sus decisiones, que para él estaban siempre atadas al deber, a sus principios y a sus ideales, siempre encaminados por sus anhelos de reforma y reconstrucción nacionales. “Hechos, no palabras”, es el fruto de un esfuerzo bien encaminado, de una voluntad bien firme, de una inteligencia que, comprendiendo las grandes necesidades morales y políticas de su Patria, estimó como un delito permanecer ociosa.
El presente tomo I comprende dos de las tres partes del universo de la la obra de Múgica, “Prensa y parlamento”. Durante todo el texto, la guía del general Múgica fue que todos los hombres de la República tomaran participación en las luchas políticas que se presentarán. Lleno de su pensamiento y discursos de su periodo parlamentario, su constante es la restauración, la renovación y la felicidad del pueblo. Promocionó la educación laica, y la libertad de imprenta como una conquista de la cultura unviersal, la libertad de asociación, el derecho a huelga, la inviolabilidad del hogar, la restitución de tierras a los pueblos y propuso la fundación del “Banco único” como el ente rector de la economía nacional.
Hechos, No Palabras Tomo I
Francisco J. Múgica nació en Tingüindín, Michoacán, en 1884, y murió en la Ciudad de México en 1954. Desde su juventud se dedicó al periodismo, y fundió varios modestos periódicos de oposición. En 1910, en San Antonio, Texas, se puso bajo las órdenes de la Junta Revolucionaria que organizó las primeras etapas de la revolución maderista. Después de la muerte de Francisco I. Madero, Múgica se unió al constitucionalismo. Tomó parte en el primer reparto agrario y fue uno de los firmantes del Plan de Guadalupe. Diputado constituyente por Michoacán, su obra social y política más destacada se encuentra en la Constitución de 1917. Diferencias con el presidente Álvaro Obregón lo hicieron renunciar a la gubernatura de Michoacán. En el gabinete de Lázaro Cárdenas fue secretario de Economía y de Obras Públicas. La influencia de Múgica fue decisiva para que el gobierno de Cárdenas llevara a cabo la expropiación petrolera.
La importancia de la presente obra radica en la honestidad del autor al hablar de sus decisiones, que para él estaban siempre atadas al deber, a sus principios y a sus ideales, siempre encaminados por sus anhelos de reforma y reconstrucción nacionales. “Hechos, no palabras”, es el fruto de un esfuerzo bien encaminado, de una voluntad bien firme, de una inteligencia que, comprendiendo las grandes necesidades morales y políticas de su Patria, estimó como un delito permanecer ociosa.
El presente tomo I comprende dos de las tres partes del universo de la la obra de Múgica, “Prensa y parlamento”. Durante todo el texto, la guía del general Múgica fue que todos los hombres de la República tomaran participación en las luchas políticas que se presentarán. Lleno de su pensamiento y discursos de su periodo parlamentario, su constante es la restauración, la renovación y la felicidad del pueblo. Promocionó la educación laica, y la libertad de imprenta como una conquista de la cultura unviersal, la libertad de asociación, el derecho a huelga, la inviolabilidad del hogar, la restitución de tierras a los pueblos y propuso la fundación del “Banco único” como el ente rector de la economía nacional.
De miedos, rumores y villismo. La Revolución Mexicana en los Altos de Jalisco
La diversidad de estudios que han abordado la Revolución Mexicana se centra en los aspectos políticos, militares y económicos, ya que los conflictos generados por esta guerra tuvieron importantes consecuencias en el país, las cuales perduran en la actualidad.
A contracorriente, este estudio aborda una categoría de análisis que está presente —y aun así brilla por su ausencia— en los escritos sobre la Revolución Mexicana: las sensibilidades de la sociedad. La región y periodo de nuestro de interés son los Altos de Jalisco durante los años 1910-1920. En esa época, la vida diaria estuvo imbricada a lo político, a la economía y, especialmente, a lo militar. La vida cotidiana en los Altos de Jalisco, como para cualquier grupo social, deriva en el análisis de un gran número de variables. Por ello, se considerarán dos elementos de la cotidianidad: miedo y rumor; pues “en el estudio de lo cotidiano se encuentra un cauce para comprender el pasado de la gente que había estado marginada de la historia, gente que ya no debería identificarse como masas, sino que podría tener su propio rostro y personalidad”. Claro está, se explicarán sus correlaciones con otros aspectos de la vida diaria como el espacio privado (las afectaciones de la revolución a las actividades íntimas de los sujetos históricos) y el público (las afectaciones de la lucha armada a lo social mediante denuncias, rumores o miedos), los cuales, a su vez, se ramifican en diversas actividades.
A 100 años Francisco Villa. Iconografía
Pancho Villa es el personaje más fotografiado de la Revolución mexicana: apuntando una pistola, con toda clase de sombreros, acuclillado, rayando el caballo, de brillante uniforme o casi en harapos, con la boca abierta, con suéter, pegándole a la pelota, en grupo, con motocicleta, vagón de ferrocarril, silla supuestamente presidencial y hasta en traje de baño. Sus fotos las encontramos por dondequiera, en todo el país, desde cantinas, restaurantes y peluquerías, hasta en las casas de la gente.
¿Por qué, entonces, otra exposición iconográfica en torno a Pancho Villa? Más allá de que conmemoramos el centenario con esta exposición, curada por el maestro Rafael Hernández Ángeles, tiene dos aspectos interesantísimos: primero, hace una historia de la iconografía villista, cómo surge, cómo se propaga, cómo llega al país entero y al mundo; y segundo, presente imágenes poco conocidas, no las que vemos siempre, y las pone a dialogar con los textos de los historiadores que las explican, en un maravilloso contrapunto.
Porque el mito no se limita a la mitología divina, a las andanzas de los dioses y los semidioses: también a la de los héroes y no sólo en su sentido griego. Los mitos, según Claude Lévi-Strauss, son los hechos adoptados, adaptados y repetidos por amplios sectores sociales. Hechos no necesariamente históricos, es decir, “verdaderamente ocurridos”. La verdad del mito, nos recuerda Enrique Florescano, no está en su contenido, sino en su vasta aceptación, en el hecho de ser “una creencia social compartida”. Creencia por la que fluyen sentimientos, pulsiones y anhelos.
De tierras anegadas a terreno nacional
Este libro es una investigación concienzuda y detallada que brinda detalles sobre un periodo bien delimitado en la región Ciénega de Chapala del Estado de Michoacán de Ocampo, además es importante remarcar que el presente trabajo recibió mención honorífica del Premio Salvador Azuela 2022 en la categoría de investigación histórica por parte del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
El autor ha realizado un estudio detallado de los procesos relacionados con el poblamiento y la reforma agraria en la región Ciénega de Chapala correspondiente al Estado de Michoacán, centrando su mirada específicamente en poblaciones y comunidades que no habían sido estudiadas a tal nivel de detalle, lo cual aporta sin duda nuevos elementos que contribuyen a entender diversas dinámicas y fenómenos que coadyuvaron para la configuración social y territorial de la región.
La investigación se ubica dentro del campo de los estudios demográficos, abordando de manera minuciosa y sistemática temas relacionados con la migración interna, la ruralidad y la movilidad temporal. Además, en la sección sobre las obras de desecación, se vincula con el enfoque académico de “Nuevos Usos del Agua”. También guarda una estrecha relación con los estudios de redes sociales y lazos consanguíneos. En su trabajo convergen diversas corrientes históricas, como la historia social, presente en el análisis de grupos sociales; la historia agraria, al investigar el agrarismo regional y examinar el progreso de la reforma agraria, así como el acceso a la propiedad social.
General Nicolás Fernández Carrillo
El 28 de febrero de 1970 el licenciado, político y periodista guerrerense Píndaro Urióstegui Miranda realizó una entrevista de historia oral al general de división Nicolás Fernández Carrillo, lo entrevista se llevó a cabo en su casa de Gómez Palacio, Durango. Nicolás Fernández era entonces un anciano venerable de 89 años. En tiempos de la Revolución Mexicana fue uno de los “gallos finos” del villismo, jefe de la escolta de los Dorados y segundo al mando de la guerrilla villista en los años de 1916 a 1920. Hombre de todas las rebeliones, el general Fernández respondió con amplitud a las preguntas de Píndaro Urióstegui. La entrevista fue publicada originalmente en el libro Testimonios del proceso revolucionario, editado en 1970 por los Talleres de Argrin y reeditada en 1987 por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM). En este 2023, “Año de Francisco Villa, el revolucionario del pueblo”, el INEHRM la vuelve a publicar, ahora de manera individual, en formato digital y con un estudio introductorio y una breve semblanza del general Nicolás Fernández Carrillo, escritos por el doctor Daniel Librado Luna.
Esta nueva edición busca ser un sencillo homenaje a los hombres y mujeres de la División del Norte que lucharon y murieron por un México más justo.
Plutarco Elías Calles hacia la presidencia
El 23 de abril de 1920 el general Plutarco Elías Calles firmó el Plan de Agua Prieta y encabezó una rebelión militar que casi dos meses después terminó con el gobierno de Venustiano Carranza. Como líder del movimiento, apareció por primera vez en el centro de la política nacional. Aquel acontecimiento marcó un parteaguas en su vida, ya que desde ese momento y hasta su muerte, en octubre de 1945, se convirtió en una de las figuras políticas más influyentes del siglo XX mexicano.
Este trabajo analiza uno de los periodos menos explicados de la trayectoria de Calles y su influencia en la construcción del sistema político posrevolucionario. La carrera de este militar revolucionario ha sido estudiada parcialmente. Su etapa como secretario de Estado, de mayo de 1919 en el gabinete de Venustiano Carranza a inicios de 1923 cuando presentó su renuncia como titular de Gobernación para iniciar formalmente su campaña presidencial, es, sin duda, la veta menos explorada de su biografía política.
Este libro muestra el actuar del personaje como un aliado clave de Obregón, y su paulatino ascenso al forjar nuevas alianzas regionales y sociopolíticas hasta llegar a la presidencia de la República al finalizar 1924. Calles, un revolucionario impopular eclipsado historiográficamente por el mito de uno de sus discípulos, el general Lázaro Cárdenas, fue un actor político clave en la creación del México del siglo XX, desde sus nombramientos como alto funcionario.
"Has llegado a la región más transparente del aire". Desterrados colombianos en México (1908-19340)
México se convirtió en refugio para un grupo de colombianos gracias a la conjunción de dos circunstancias. La primera, la ampliación y transformación de los vínculos que existían entre políticos e intelectuales de ambas naciones desde el siglo XIX, y que se vieron complementados con la aparición de relaciones entre los sectores estudiantiles y obreros desde finales de la década de 1910. La segunda, la circulación de información sobre México y la Revolución en el espacio público colombiano y su recepción diferenciada por los sectores de la sociedad de ese país.
Esto hizo posible que, a la par que se configuraba la idea del peligro mexicano entre los sectores católicos y conservadores colombianos, ocurriera lo contrario entre los opositores del régimen; de tal suerte que el México porfiriano, y después el revolucionario, se instaló como posibilidad para estos últimos. El hecho de que México y Colombia se encontraran en las antípodas del espectro político latinoamericano desde el siglo XIX, y que esta distancia se viera profundizada con el triunfo de la Revolución de 1910 y la consolidación de la hegemonía conservadora en Colombia, permitió que personajes perseguidos y excluidos de la vida política y cultural colombiana buscaran en México la posibilidad para salvaguardar su vida y libertad.
Hechos reales de la Revolución. Primer tomo
Alberto Calzadíaz Barrera (1902-?) nació con el siglo XX en Namiquipa, Chihuahua, como todo niño chihuahuense de su época, vivió de cerca la violencia de la Revolución. La imponente figura de Francisco Villa, que en una ocasión le propuso unirse a sus tropas, pobló sus principales recuerdos de la infancia. Dedicó gran parte de su vida a pilotar un avión por la sierra, ello le permitió conocer y entrevistar a muchos veteranos sobrevivientes de la gran División del Norte. Ese cúmulo de información enriqueció notablemente su gran obra de historia narrativa Hechos reales de la Revolución mexicana publicada en 1957.
Leyendo los libros de Calzadíaz se rebela en cada página la vocación de un investigador natural que en ocasiones falló en lugares, en nombres, en fechas, pero a cambio de ello aportó muchos detalles de lo que él mismo vio, o del testimonio derivado de sus entrevistas.
Calzadíaz fue un precursor de la entrevista, como fuente historiográfica. Podemos apostar a que ningún otro historiador de la Revolución tuvo la fortuna de entrevistar a tantos revolucionarios como lo hizo él. Y no sólo entrevistaba a los protagonistas del villismo, sino también a quienes habían militado en las otras corrientes: carrancistas y obregonistas; así se refleja en cada uno de sus libros.
Hechos reales de la Revolución. Séptimo tomo. Villa contra todo y contra todos. El fin del centauro
Alberto Calzadíaz Barrera (1902-?) nació con el siglo xx en Namiquipa, Chihuahua, como todo niño chihuahuense de su época, vivió de cerca la violencia de la Revolución. La imponente figura de Francisco Villa, que en una ocasión le propuso unirse a sus tropas, pobló sus principales recuerdos de la infancia. Dedicó gran parte de su vida a pilotar un avión por la sierra, ello le permitió conocer y entrevistar a muchos veteranos sobrevivientes de la gran División del Norte. Ese cúmulo de información enriqueció notablemente su gran obra de historia narrativa Hechos reales de la Revolución mexicana publicada en 1957.
El INEHRM inicia ahora la edición como facsimilares de los ocho tomas que conforman la obra de Alberto Calzadíaz y los pone a disposición del público en general, esperando con ello ampliar la difusión y lectura de esta importante fuente sobre el villismo.
Noventa y cuatro días al frente. El gobierno de Vicente Lombardo Toledano en Puebla (1923-1924)
A las 3:30 de la madrugada del domingo 9 de diciembre de 1923, el joven abogado Vicente Lombardo Toledano rindió la protesta de ley como nuevo gobernador provisional ante tres diputados de la Comisión Permanente del Congreso del Estado de Puebla. Iniciaba así su responsabilidad al frente de su estado natal; esa experiencia duraría menos de 100 días, ya que el 20 de marzo de 1924 se separó del cargo. ¿Por qué duró tan poco tiempo ese gobierno?, y ¿por qué es digno de un estudio en forma?
El mandato de Lombardo se enmarca dentro de una época conflictiva en la historia de Puebla, con frecuentes cambios de gobierno ante la imposibilidad de los grupos políticos del estado para consolidar una estructura de poder. Las dificultades que enfrentó para ejercer su mandato y mantenerse son propias de esa etapa y se agravaron con la crisis política y militar de la rebelión delahuertista. La particularidad de este gobierno radica en el personaje, en ese entonces más identificado con el medio universitario que con el político o sindical. Esto se confirma con la inclusión en su administración de amigos, colegas y exalumnos universitarios y con la puesta en práctica de proyectos educativos y culturales a pesar de los problemas económicos y políticos.
La reforma agraria en las filas villistas. Años 1913 a 1915 y 1920
La investigación de las ideas agrarias del villismo, ofrece apasionantes perspectivas a los estudiosos de la historia de la Revolución Mexicana. El ingeniero Marte R. Gómez aporta, con este libro, una contribución básica para el conocimiento del asunto, que sirve de complemento lógico a los trabajos que ha consagrado al zapatismo y al carrancismo.
El estudio que inicia la obra, da claro sentido a la documentación, mucha de ella desconocida, que integra la investigación. La obra muestra, de nuevo, las singulares dotes de buscador de material histórico y de exégeta, que caracterizan al ingeniero Gómez. Hombre de acción bien definida en la vida pública, presenta el caso del hombre de pnesamiento, con fina sensibilidad artística e inteligencia alerta alas solicitaciones sociales, que ha conquistado el equilibrio después de la lucha.
Instantes de la Revolución
Del Manifiesto de San Luis Potosí —noviembre de 1910— a la promulgación de la Carta de Querétaro —febrero de 1917— se abre un lapso revolucionario que, con el de la Independencia y el de La Reforma, señorea el registro político de México. En aquellas horas y aparte el pensamiento de Ricardo Flores Magón y posteriormente la reclamación agraria de Zapata, la Revolución cobró un indudable aire decimonónico, liberal a lo Ignacio Ramírez. Liberales como Madero y Carranza no podían comprender, no estaba en su pulso enteder el latido social de la segunda década del siglo XX.
El instante de Ciudad Juárez es determinante en la primera etapa de la Revolución, la maderista. Los instantes se suceden: el Plan de Guadalupe, los levantamientos de Villa y Zapata, la Convención de Aguascalientes, el enfrentamiento de Villa y Obregón; el triunfo constitucionales y hasta la asamblea legislativa de 1916-1917.
Instantes de intensa riqueza humana y política encarnaron en figuras de una talla excepcional, o simplemente legendarias; las páginas de este libro intentan recoger todos esos instantes.
Anecdotario de la Revolución
La Revolución era un huracán desencadenado. Las manos de nuestros campesinos habían soltado el timón del arado y quitado el yugo a la yunta para convertirse en soldados.
Primero, el coahuilense Madero había conjuntado voluntades y representado una esperanza. Vino la nueva revolución, la revolución social.
Carranza, coahuilense también, asumió la cabeza de la reclamación legal. Dos polos atrajeron las miradas: Villa, en el norte; Zapata, en el sur.
Otra vez renacieron las esperanzas de los que no tenían más patrimonio que su propia miseria. Lucharon de nuevo, lucharon incorporándose con los jefes que mejor les convino. El clamor era el mismo en el ayer y el hoy de su vida: la tierra.
Villa contra todo y contra todos. En pos de la venganza sobre Columbus N. M.
Al oscurecer del día 8 de marzo de 1916 —rememoran los namiquipenses—, salimos de Boca Grande, tomando rumbo a Vasco de Piedras, con miras a desconcertar a quienes pudieran habernos visto. Como a las nueve de la noche, quebramos rumbo la norte y pasamos a unos cuatro kilómetros de la hacienda de Palomas, al poniente. Aquí, com es bien sabido, no hay sierras —éstas sólo han existido en la imaginación de los escritores embusteros—; es un inmenso llano y en gran parte cubierto de chaparral —mezquite—, no más alto que la panza de las bestias. Sería la medianoche, minutos más o minutos menos, cuando nos reunimos todos en la cercanía de la frontera. A la una de la mañana miramos a lo lejos pasar un tren con rumbo a El Paso. Se dijo que era el último que pasaba por Columbus durante la noche. Casi al instante cruzaron la línea los comisionados para ir a cortar las comunicaciones telegráficas, sin haberlo realizado, por la contraorden. Allí en la frontera, se hallaba con nosotros el general Villa, rodeado de su fiel escolta. Yo, Juan B. Muñoz, lo digo, porque me consta haberle visto y hablado con él.
La Toma de Torreón
Francisco Villa, general irregular del gobierno maderista, después de haberse fugado de la prisión de Santiago Tlatelolco, donde se encontraba sujeto a proceso por desobediencia, se instaló provisionalmente en El Paso, Texas. Al enterarse de los asesinatos del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez, cruzó la frontera y se internó en el estado de Chihuahua, logrando levantar a más de medio millar de hombres bien armados y montados. Después de algunos encuentros de escasa importancia, que le permitieron incrementar sus medios humanos y materiales, se apoderó del poblado de La Ascensión, donde procedió a reorganizar sus fuerzas agregándose las capturadas hasta entonces al Ejército Federal. A este lugar llegó una comisión de parte de Venustiano Carranza, cuyos integrantes hicieron ver al general Villa la necesidad de que todos los elementos revolucionarios se unieran para lograr el triunfo y que para lo cual, de acuerdo con la organización militar prevista, sus elementos deberían formar parte del Cuerpo del Ejército del Noroeste, al mando del general Álvaro Obregón.
Francisco Villa realizó su primera batalla de importancia al atacar en San Andrés a tropas huertistas que se encontraban en guarnición en ese lugar. La siguiente batalla la libró Villa en Tierra Blanca, cuyo favorable resultado libró a Ciudad Juárez de cualquier intervención federal y abrió el camino a los constitucionalistas hacia la ciudad de Chihuahua. Por último, la toma de Ojinaga permitió a Villa el control total del estado, dedicándose a organizar el gobierno de acuerdo con las instrucciones recibidas de la Primera Jefatura constitucionalista. Una vez en su poder el estado de Chihuahua, el alto mando constitucionalista decidió el avance hacia el sur del país, llevando como principal objetivo la ciudad de Torreón.
La batalla de Celaya
La Batalla de Celaya es el nombre de una serie de encuentros militares decisivos para la Revolución Mexicana, entre la División del Norte, encabezada por Pancho Villa, y las tropas constitucionalistas, al mando del general Álvaro Obregón. Estos acontecimientos tuvieron lugar del 6 al 15 de abril de 1915 en las inmediaciones de Celaya, Guanajuato. Villa concentró su ejército en Irapuato y Obregón el suyo en Celaya, desde donde planeó su estrategia para esperar al impulsivo Villa. La primera fase de los enfrentamientos ocurrió los días 6 y 7 de abril, en los cuales Obregón supo defender su posición ante las arremetidas de los villistas. Estos tuvieron que replegarse a Salamanca, desde donde planearon el contraataque. La fase decisiva comenzó el 10 de abril, cuando Obregón supo aprovechar las debilidades de la estrategia de Villa. El 15 de abril, la victoria correspondió a las tropas de Obregón, tras lo cual Villa se vio obligado a retirarse a León, Guanajuato. Después de esta batalla, hubo otras entre los mismos bandos en Trinidad, León, Santa Ana del Conde y Aguascalientes, pero Villa ya no volvería a operar al frente de la División del Norte.
Toma de Zacatecas
Mientras las tropas estadunidenses continuaban ocupando Veracruz, y Huerta seguía haciendo desesperados esfuerzos por convencer al pueblo para que le ayudara a desalojar a los invasores, en Chihuahua la situación se ponía cada vez más tirante debido a la actitud del general Francisco Villa que, envanecido quizá por sus recientes triunfos, había incurrido en graves errores y en una serie de atropellos que obligaron a muchos de sus propios generales a solicitar a Venustiano Carranza que lo relevara del mando. Ante esta situación, el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista ordenó al general Pánfilo Natera que, al mando de la División del Centro, procediera a atacar y tomar la ciudad de Zacatecas. Esta era la mayor ofensa que se le hubiera podido hacer al general Villa, pues había decidido que su siguiente objetivo fuese Zacatecas, ya que se encontraba sobre su eje de esfuerzo hacia el objetivo central: la ciudad de México.
Así pues, Zacatecas, al mismo tiempo que fue la última ciudad que el gobierno huertista defendió con sus mejores elementos, fue la causa directa de la ruptura entre la División del Norte y el resto del Ejército Constitucionalista.
En el centenario del nacimiento de Francisco Villa
En 1978 el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), publicó la compilación de textos realizada por José Ángel Aguilar, En el centenario del nacimiento de Francisco Villa, una aproximación a la historiografía del villismo escrita hasta entonces. El autor seleccionó pasajes de diferentes autores y los ordenó cronológicamente en un crisol historiográfico que contrarrestó la “leyenda negra”, todavía en boga en 1978, sobre el general Villa.
El compilador, José Ángel Aguilar Solís, nació en Zacapu, Michoacán, en 1916. Estudió en la escuela Normal para Varones de Guadalajara y colaboró en diferentes rotativos de Jalisco y la capital del país. En 1988 recibió la presea José María Cos otorgada en el Estado de México, por sus aportaciones en el campo periodístico e historiográfico.
Francisco Villa. Semblanza, de Daniel Librado Luna.
Francisco Villa es uno de los personajes más importantes de la Revolución Mexicana. Junto a sus hombres, ayudó a Francisco I. Madero a derrocar a Porfirio Díaz en Chihuahua y derrotó al Ejército federal huertista en batallas consecutivas. Sus victorias posibilitaron el triunfo del constitucionalismo. Durante décadas se construyó una leyenda negra que enumeraba actos de guerra y hechos de violencia para denostar su memoria y su lucha social. Por otro lado, los trovadores populares compusieron corridos que ensalzaron sus hazañas militares. También se escribieron libros que recordaron sus obras de gobierno, el sacrificio de sus hombres y la lucha revolucionaria que sostuvieron contra la tiranía y la opresión.
A 100 años de la muerte de Villa, 2023 ha sido elegido como el año de “Francisco Villa. El revolucionario del pueblo”, durante el mismo se busca recordar al villismo y a los hombres de la División del Norte que lucharon y ofrendaron sus vidas por un México más justo y menos precario. Rancheros, mineros, vaqueros, hombres y mujeres de la frontera norte pelearon contra la tiranía y la vencieron, demostrando así que un pueblo que lucha por la libertad y la justicia puede cambiar su destino.
El espíritu de Villa, de Martín Villa.
Algunos han querido abandonar la Revolución en el pasado, en las estatuas de bronce, en los museos, en los parajes en ruinas, en las fotografías desgastadas. Han guardado en el baúl los sentimientos e ideales de un movimiento que ahora sienten ajeno. Han preferido relegar una lucha que llevó más de una década a unos cuantos hechos aislados. A pesar de todo, la Revolución continúa.
En este contexto surge esta antología de cuentos, lista para integrarse a la línea de avanzada de uno de los frentes más complicados: el ideológico. Aquellos que subestiman el poder de la tinta se rasgarán las vestiduras y se preguntarán enfurecidos cómo es que me atrevo a realizar tal afirmación, pues olvidan que nuestra historia ha demostrado que una pluma puede ser igual de letal que un fusil.
Es así que se vuelve necesaria la pregunta, ¿qué aporta Martín Villa a una corriente de pensamiento que lleva más de cien años en desarrollo? Si bien es cierto que esta antología toma como asunto central cuestiones de la Revolución Mexicana, lo realmente interesante radica en el tratamiento que Martín da a cada uno de los temas que aborda, pues construye una estructura cimentada desde acontecimientos ya contados por la historia pero que considera sucesos de contextos más actuales, generando así una narrativa que tiende una delgada línea donde el pasado y el presente convergen de tal manera que la temporalidad pasa a segundo plano: la herida duele tanto como hace un siglo.
Regeneración: influencia y trascendencia de un periódico de combate en la Revolución Mexicana.
El 7 de agosto de 1900 salió a la luz, en la ciudad de México, el primer número de Regeneración, en calidad de “Periódico Jurídico Independiente”. La primera frase de su artículo inaugural se tornaría legendaria: “Este periódico es el producto de una convicción dolorosa”. Dicha convicción era la de que el sistema porfiriano de justicia estaba lastrado por la ineficiencia y la venalidad, por lo que se consideraba urgente emprender la labor de reconducir la administración de justicia por la senda del derecho y de la moral pública, en beneficio de la patria.
Diecisiete años, siete meses y nueve días más tarde, aparecía en Los Ángeles, California, el último número de Regeneración, con el subtítulo de “Periódico Revolucionario”. Y este número se abrió también con una potente sentencia, pero en esta ocasión se trataba de un vaticinio tremendista, cargado con la fuerza incandescente de la retórica de la rebelión: “La burguesía se encuentra al borde de un abismo, de un abismo profundo y negro abierto en siglos y siglos de opresión y de crimen. La burguesía resbala hacia ese abismo en un suelo saturado de sangre y lágrimas, sangre y lágrimas que su crueldad ha hecho derramar”. Y concluye afirmando: “El terreno está abonado para la nueva cosecha: la emancipación proletaria. El reinado de la burguesía está por terminar”.
La diferencia entre el primero y el último número es, en efecto, abismal. Obliga al lector a preguntarse: ¿qué pasó en medio? La respuesta, sencilla y sumamente compleja a la vez, es que en medio pasó la historia.
Con estos cuatro artículos sobre Regeneración, nos proponemos realizar un breve, pero sincero homenaje a las mujeres y hombres que participaron en su redacción, y que plantaron entre sus páginas las semillas de una revolución social que buscó trasformar la realidad que les tocó vivir. Deseamos que las y los lectores encuentren en estos artículos un aliciente para profundizar en los temas aquí tratados.
A 100 años. Ricardo Flores Magón
Iconografía del magonismo
La madrugada del 21 de noviembre de 1922 fue encontrado muerto en su celda de la penitenciaría de Leavenworth, Kansas, Estados Unidos, el infatigable periodista revolucionario, político y luchador social, Ricardo Flores Magón. De acuerdo con el informe oficial de los médicos de la prisión, murió de una afección cardiaca. Sin embargo, la sospecha de que fue asesinado fue denunciada por sus más próximos compañeros de lucha, como Librado Rivera y su hermano, Enrique Flores Magón.1 Esa sospecha se mantiene vigente hasta nuestros días.
Su muerte no apagó la luz de sus ideales. Su lucha, primero en contra de la tiranía de Porfirio Díaz y después por la desigualdad social que privaba en el mundo, fue ejemplo para los revolucionarios que transformaron nuestro país. La lucha del magonismo incubó la protesta social que se levantaría en armas en contra de la dictadura en 1910.
Con el paso de los años, la figura de Ricardo Flores Magón encontró acomodo dentro de la historia oficial de la Revolución Mexicana, como “precursor” de un movimiento armado unificado. Si bien el proyecto del Partido Liberal Mexicano (PLM) tuvo una importancia ideológica, política y social dentro de los movimientos revolucionarios, su propósito nacional se distanció de los movimientos armados que se impusieron tras diez años de guerra civil. Por esa razón tal vez sea indubitable reconcerlo más allá de su carácter precursor, Ricardo Flores Magón fue un “revolucionario”.
La revolución en Tlaxcala
Tomo I y II
Cristiano Cuellar Abaroa
En este libro se exponen los acontecimientos relevantes del estado de Tlaxcala acontecidos durante el periodo de la Revolución Mexicana, especialmente entre los años de 1910 y 1918. Dentro de los temas abordados figuran los antecedentes, el inicio de la Revolución, el gobierno maderista, las rivalidades políticas y el primer manifiesto constitucionalista de la entidad. Asimismo, la actuación de personajes como Juan Cuamatzi, Domingo Arenas, el coronel Próspero Cahuantzi y el gobernador Antonio Hidalgo.
Crisanto Cuéllar Abaroa (1901-1989) nació en Atlangatepec, Tlaxcala. Escritor, político y militar del ejército constitucionalista. Desarrolló su carrera política e intelectual en Tlaxcala. Fue diputado local y federal, secretario de gobierno, gobernador interino. Miembro del Ateneo de Ciencias y Artes de la Academia Nacional de Historia, director del Archivo del Estado, fundador de periódicos y revistas locales, así como de la Hemeroteca estatal. Es autor de poemas, novelas y obras históricas; entre estas últimas destacan: Fichas para la historia del periodismo en Tlaxcala (1952); Efemérides tlaxcaltecas: 1901-1905 (1953); Tlaxcallan: 50 notas de historia prehispánica (1955); Domingo Arenas: caudillo agrarista (1961); Antonio Carbajal: caudillo liberal tlaxcalteca (1962).
TOMO I TOMO 2
Historia de la Revolución Mexicana. La etapa precursora
Florencio Barrera Fuentes
En una nación tan particular como la nuestra, es una tarea fundamental trazar un camino para fortalecer la conciencia e identidad nacional. Y, como se ha demostrado inequívocamente una y otra vez, el principal camino para lograrlo es, precisamente, conociendo y comprendiendo la historia de nuestro país.
Desde 1953, año en que nació el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) , primero como una propuesta de los historiadores Rafael García Granados y José María Luján, y después, enriquecida y puesta en marcha por Salvador Azuela, fundador y primer director del instituto, el INEHRM ha buscado ser una institución que cumpla los objetivos antes mencionados, por todas las vías posibles: publicación de libros, conferencias, foros, coloquios, exposiciones, programas de radio, cine clubes, seminarios, talleres para niños, premios, entre otras actividades.
Entre algunas de las personalidades integrantes del primer patronato del INEHRM encontramos nombres como Luis Cabrera, Antonio Díaz Soto y Gama, Francisco L. Urquizo, Jesús Romero Flores, Pedro de Alba, Leopoldo Zea, Lucio Mendieta y Núñez, Eduardo Blanquel, por mencionar solo algunos de los más importantes. Sin embargo, la lista de personas e instituciones que han colaborado de alguna manera con el instituto es considerablemente más larga, y se puede constar de ella al consultar el acervo documental del instituto, las memorias de Coloquios y Foros, contenido que está siempre al alcance del público interesado, en la página de internet del Instituto, y, por supuesto, en sus instalaciones físicas en San Ángel, en la Ciudad de México.
Como parte del inicio por los festejos para conmemorar los 70 años del INEHRM, publicamos una edición facsimilar de Historia de la Revolución Mexicana, La etapa precursora, de Florencio Barrera Fuentes, el primer título editado por el instituto, en 1955, piedra angular de todo el trabajo de investigación y difusión en torno a las grandes transformaciones de nuestro país.
Las huelgas de Cananea y Río Blanco
Aunque es lugar común designar como fecha de iniciación de la Revolución Mexicana la del 20 de noviembre de 1910, porque fue a partir de ese día que se convocó al pueblo a que empuñara las armas para arrojar del poder al dictador, es justo para hablar de este inicio, estudiar la etapa precursora, aquella que a través del periodismo combatiente que realizara el famoso núcleo potosino y los no menos famosos hermanos Flores Magón, etapa que habría de culminar con la expedición del programa del Partido Liberal, el 1 de julio de 1906, y en el cual se postula el verdadero ideario socio-liberal que habría de nutrir al movimiento revolucionario mexicano.
A esta época corresponden los movimientos huelguísticos de Cananea y Río Blanco, que constituyen el complemento, en el terreno de la acción, del referido documento ideológico fundamental, y el punto de partida de las demandas obreras en busca de un positivo mejoramiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora. La huelga de Cananea estalló el 1 de junio de 1906 fue la lucha de los mineros de la Cananea Consolidated Cooper Company, demandando mejores condiciones de trabajo: jornada, salarios, etcétera. Unos meses después estallaría el movimiento huelguístico en Río Blanco y otras factorías de la región orizabeña.
Los movimientos huelguísiticos de Cananea y Río Blanco, complementados en el terreno de las ideas por el programa del Partido Liberal de 1906, son así el verdadero inicio de la Revolución Mexicana.
México bárbaro, de John Kenneth Turner con el comentario de Daniel Cosío Villegas "Lección de barbarie"
La revista Problemas Agrícolas e Industriales de México publicó en su número 2 del año 1954 el estudio de John Kenneth Turner, México bárbaro; la revista en su editorial califica a Turner como un escritor cordialmente vinculado a las causas del hombre, cualesquiera que sean el color, la condición económica y social, y la nacionalidad de éste.
Visionario de la necesidad de una revolución que trastocara un cruel e injusto orden político, el autor de México bárbaro recorre el país en un conmovedor viaje de acarreo del material de su estudio… Vergüenza humana y solaridad social corren por cada una de sus líneas, de las palabras, de las interrogantes ansiosas y los asombros que no alcanzan a contener los signos de admiración.
Pero no fue sólo el reconocimiento a los méritos del escritor norteamericano el único fin que movió a Problemas Agrícolas e Industriales de México a publicar el estudio de Turner, lo fue también el reconocimiento de que el estudio, a casi medio siglo de haber visto la luz, aún era vigente en varios aspectos no superados por la justicia revolucionaria, y también que el libro era aún desconocido para la mayoría de los mexicanos.
En ese número 2 de la revista además del texto de Turner se agregaron una selección de los más representativos artículos y editoriales contemporáneos a Turner y/o a la edición de la revista, como fue el caso de “Lección de barbarie”, un comentario de Daniel Cosío Villegas al México bárbaro.
El texto de Cosío Villegas siembra dudas donde las hay y sospechas donde puede haberlas. Cosío Villegas presiente que el reportaje pudo haber sido escrito por un mexicano expatriado, algún integrante del Partido Liberal. Ese giro en el reconocimiento del autor permite ver la denuncia hecha durante reportaje con otros ojos, y así llegar a una cuestión final: saber qué impresión dejará el Mexico bárbaro en el lector de mediados del siglo XX.
La vida del general Lucio Blanco
Armando de Maria y Campos (1897-1967) creció durante la Revolución Mexicana, mas no participó en ella, pues apenas era un niño que pronto dejaría los pantalones cortos. Lo que vio y vivió en esos años tumultuosos lo escribió varias décadas después, en 1958, en su libro Episodios de la Revolución: de la caída de Porfirio Díaz a la Decena Trágica, donde narra cuál fue su primer contacto con el movimiento revolucionario y con Francisco I. Madero y describe la entrada triunfal del coahuilense a la ciudad de México.
En 1956 De Maria y Campos fue llamado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), entonces fungía como secretario ejecutivo Salvador Azuela. En aquellos años se formó la Comisión Nacional para la Celebración del Sesquicentenario de la Proclamación de la Independencia Nacional y del Cincuentenario de la Revolución Mexicana.
En los 101 libros que publicó durante su vida hay muchos títulos, sobre temas y personajes de la historia nacional que motivaron su interés por la investigación; en el catálogo del INEHRM contamos con algunos de esos títulos y hoy son material invaluable de consulta: El teatro de género chico en la Revolución Mexicana, 1956; El teatro de género dramático en la Revolución Mexicana, 1957; La Revolución Mexicana a través de los corridos populares, 1962, dos tomos; La vida del general Lucio Blanco, 1963; y Lírica y dramática de la Independencia Nacional, 2009. Ahora, a 100 años de la muerte de Lucio Blanco, presentamos una nueva edición de su libro La vida del general Lucio Blanco, y esperamos con ello rendir homenaje a estos dos grandes personajes.
1911. Mexicali y la revolución floresmagonista en la prensa del otro lado
De todos los acontecimientos que tuvieron lugar entre 1901 y 1914 en la región fronteriza de Mexicali, hay que señalar tres como los más trascendentes: el primero es la propia empresa de levantar poblados en ambos valles, a partir de 1901, por las necesidades de transformar el desierto en un valle agrícola de nivel internacional, que se haría famoso por el cultivo algodonero durante la primera mitad del siglo XX. Los otros dos acontecimientos tuvieron su origen del lado mexicano: las inundaciones catastróficas de 1906 y 1907, que destruyeron casi toda la ciudad de Mexicali y pusieron en peligro a ambos valles; y la Revolución Mexicana, en su carácter anarcosindicalista, propiciada por el Partido Liberal Mexicano (PLM) de los hermanos Flores Magón desde Los Ángeles, California, cuyo ejército rebelde logró tomar, entre enero y junio de 1911, los poblados de Mexicali, Tecate, Los Algodones yTijuana, haciendo que los habitantes de Calexico y los periodistas locales fueran testigos de primera fila de batallas campales y provocando que se llenaran de artículos de opinión y de crónicas bélicas los periódicos fronterizos del otro lado. Pero hay que agregar que la revolución floresmagonista, desde el punto de las empresas periodísticas californianas, fue una oportunidad para hacerse de un lugar en los medios de todo el mundo con sus crónicas y reportajes de primera mano.
Los mártires de San Juan Ulúa
Desde que en 1964 terminé el trabajo sobre la vida y la obra de Juan Sarabia, cuya primera parte me hizo el honor de publicar el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana [actualmente de las Revoluciones de México], y en el cual dedico un capítulo especial para relatar los inauditos sufrimientos que por espacio de cinco años padeció dicho luchador en las ergástulas de San Juan de Ulúa, comprendí que era necesario emprender otra obra en que se dieran a conocer no sólo los infortunios de Sarabia, sino de todos los ciudadanos que desde la época colonial hasta la dictadura porfirista fueron encerrados en los calabozos de la misma fortaleza, por el crimen de haber querido conquistar para el pueblo de México una vida mejor y más humana rodeada de libertad, de bienestar y de justicia.
Así pues, comenzando a realizar mi propósito, desde luego me dediqué a investigar en cuantas fuentes de información estuvieron a mi alcance, y de esta manera fue como al cabo de tres años de incesantes búsquedas y no pocas dificultades, logré concluir el presente libro en que se rinde homenaje a todos lo que, al través de los tiempos, desde el más conspicuo hasta el más humilde, fueron víctimas en el presidio de grandes torturas por sus levantados ideales de mejoramiento colectivo.
Asimismo, y por considerarlo indispensable, en estas páginas no sólo me refiero a las desventuras padecidas por esos grandes hombres en los cubiles del Castillo, sino que, contribuyendo en la perpetuación de su memoria, trazo biografías de distintas dimensiones de la mayor parte de ellos, particularmente de los que al salir en libertad continuaron la lucha por la dignificación de sus conciudadanos y la creación de una nueva patria sin tiranos, injusticias y miserias.
EUGENIO MARTÍNEZ NÚÑEZ
Ciudad de México, 1967
Como indica en esta introducción el autor, este libro es la relación de algunos de los personajes que fueron recluidos en la prisión de San Juan de Ulúa, Veracruz, en especial durante la Revolución Mexicana. Incluye una reseña de la fortaleza, desde su construcción hasta el momento en que dejó de funcionar como presidio, y se hace hincapié en los suplicios a los que fueron sometidos los presos confinados en sus celdas. Con esta edición facsimilar el INEHRM continua con los títulos dedicados a los precursores de la Revolución Mexicana, entre ellos Juan Sarabia, y a todos los participantes del movimiento magonista.
Ricardo Flores Magón. La rebeldía es vida…, Miguel Ángel Ramírez Jahuey
A 100 años de la muerte de Ricardo Flores Magón, recordamos al escritor, periodista y revolucionario anarquista a través de esta breve semblanza biográfica, perteneciente a la Serie Estampas de la Revolución del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.
A través de estas páginas, veremos como con nostalgia y entereza, Flores Magón vivió con sacrificios años de incansable lucha en favor de la humanidad, de la justicia y del bien común. Jamás renegó de sus ideas ni de sus acciones, todo lo contrario, se mantuvo firme en sus convicciones, y sólo su fallecimiento pudo coartar su existencia.
En mis veintinueve años de luchar por la libertad lo he perdido todo, y toda oportunidad para hacerme rico y famoso; he consumido muchos años de mi vida en las prisiones; he experimentado el sendero del vagabundo y del paria; me he visto desfalleciendo de hambre; mi vida ha estado en peligro muchas veces; he perdido mi salud; en fin, he perdido todo, menos una cosa, una sola cosa es mi honra como luchador… no estoy arrepentido de ello; más bien me siento orgullos de ello.
Ricardo Flores Magón
Biografía de José María Leyva Cajeme, Ramón Corral Verdugo
El apunte biográfico de Cajeme abarca un breve lapso de la guerra del Yaqui; aún así, es una síntesis intensiva de la historia de ese grupo indígena. Los yaquis se enfrentaron al conquistador Diego Martínez de Hurdaide por los años 1610 a 1615 y lo derrotaron en tres campañas sucesivas. Después se sometieron obteniendo concesiones y permanecieron largo tiempo en paz porque conservaron su autonomía. Cuando ésta se sintió amenazada, en 1740, surgió la pugna sangrienta y devastadora. Encabezó la rebelión Baltazar con impetuosa agresividad, pero fue derrotado en Tecoripa por el capitán Agustín de Vildósola y allí murió mostrando un coraje digno de Leónidas. Sus seguidores Muni, Bernabé y Juan Calixto fueron después apresados y pagaron con su vida su intento de expulsar al blanco advenedizo de las tierras de la tribu. Muchos años después, en 1825, surgió otro caudillo, Juan Banderas, quien tuvo el mismo fin que sus antecesores. Fue ejecutado por las fuerzas del gobierno. De aquí en adelante la lucha se desarrollará sin tregua hasta muy avanzada la tercera década del presente siglo. El destino deparó la misma suerte a Cajeme, como verá el lector. Otro guerrero lo sucedió en la jefatura de la tribu Juan Maldonado Tetabiate, que murió combatiendo.
De todos los capitanes indios quien mostró mayores facultades y más capacidad para influir en su pueblo y moverlo fue Cajeme. El autor de esta semblanza, Ramón Corral, nos muestra al final de su apunte un bosquejo emotivo que despierta interés e inclinación hacia las causas del pueblo yaqui y hacia su líder en especial. Además, este texto tiene el valor de haber sido fruto de la única entrevista que concedió Cajeme antes de morir.
Los hermanos Flores Magón. Manifiesto del Partido Liberal Mexicano
La primera participación política de oposición de los hermanos Flores Magón se registra en el año de 1892, cuando junto con otros estudiantes participan en una manifestación en contra de la tercera reelección de Díaz. La respuesta del gobierno no se hizo esperar y Jesús y Ricardo fueron encarcelados.
Al ser puestos en libertad, colaboraron con distintos diarios de oposición y reinician así actividades políticas a través de la crítica periodística. Colaborarán en periódicos de crítica como El Hijo del Ahuizote de Daniel Cabrera y así, el 7 de agosto aparecerá Regeneración, “periódico independiente de combate”.
Autoexiliados en 1905 en los Estados Unidos, los hermanos Flores Magón se dan a la tarea de establecer primero la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, y el 1 julio de 1906, dan a conocer el documento más importante de análisis político, económico y social producido hasta entonces, el Programa y Manifiesto del Partido Liberal Mexicano. En él se plantearon importantes reivindicaciones que de una manera u otra, ya en la etapa armada de la Revolución, servirían de bandera a los distintos grupos revolucionarios e insoslayablemente, se verían incluidos en los artículos más fundamentales de la Constitución de 1917.
La vida heroica de Práxedis G. Guerrero
José Práxedis Gilberto Guerrero Hurtado nació el 28 de agosto de 1882 en Los Altos de Ibarra, Municipio de San Felipe en Guanajuato. Su familia era la dueña de la hacienda de Los Altos de Ibarra y entre sus antepasados figuran liberales dentro del Congreso Constituyente de 1857. Ávido lector desde joven inició la práctica de la escritura, colaboró con artículos de interés general en los periódicos locales El Heraldo del Comercio y El Despertador. También siendo joven se suscribió a la “Segunda Reserva del Ejército”, cuerpo militar que promovió Bernardo Reyes durante el gobierno de Porfirio Díaz y que era parte del Ejército Federal, en esta práctica se mantuvo de 1901 a 1903. Siendo reservista es que entra en contacto con personajes de ideas liberales e inicia su lectura de algunos escritores revolucionarios. En 1904 emigró a los Estados Unidos y trabajó como obrero, conociendo así en carne propia la precaria vida de la clase trabajadora. Como periodista colaboró en la edición de distintos diarios de oposición: Punto rojo y Revolución son dos de ellos; también participó con Ricardo y Enrique Flores Magón en Regeneración y El Hijo del Ahuizote. Fue también miembro de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano y como activista tomó las armas en varios levantamientos, murió en uno de estos en 1910 y sobre su muerte hay distintas versiones. En el presente libro de Eugenio Martínez Núñez prevalece la teoría de que recibió un balazo cuando subió a una azotea para contrarrestar el ataque de soldados federales.
Lo que caracteriza, en efecto, la personalidad de Práxedis, es su plenitud, su universalidad. Lo abarcó todo: lucidez y profundidad de pensamiento, brillantez de expresión, don de sugestión y de simpatía, bondad de alma, limpieza de propósitos, prontitud de acción, audacia para concebir y para acometer, valor indomable y heroico para ejecutar. En todo fue opulento: en ideación, en seguimiento, en pasión desbordante, en acción siempre lista a seguir al pensamiento.
Su mejor biografía, son sus hechos y sus obras. Su mejor elogio, el presente libro, a través del cual flotan sus pensamientos, sus gestos, sus actitudes gallardas.
Ricardo Flores Magón. El sueño alternativo
En San Antonio Eloxochitlán, Oaxaca, poblado de mazatecos de la sierra de Huautla, nació Ricardo Flores Magón el 16 de septiembre de 1873. Hijo segundo de Teodoro Flores y de Margarita Magón, tuvo dos hermanos; el mayor, Jesús, había nacido en enero de 1872, y Enrique, el menor, en abril de 1877.
Sus padres mantuvieron afinidades importantes. La primera consistía en su ideología liberal y en su admiración por Benito Juárez. Teodoro Flores había defendido la república contra los franceses; había luchado destacadamente en Puebla el 2 de abril y conservaba el grado de teniente coronel. En segundo término, no reconocían en Porfirio Díaz cualidades de dirigente democrático y desdeñaron sus fórmulas centralistas y tiránicas.
Teodoro y Margarita convinieron en no permanecer en la serranía oaxaqueña, pues allí sus hijos no tendrían oportunidad de estudiar una profesión; como pudieron, llegaron a la capital del país, que ofrecía, como ninguna otra ciudad, las posibilidades educativas de la época.
Así fue como inició el sueño alternativo de Ricardo Flores Magón.
Este libro evoca, en palabras del autor, el trayecto vital de un vencido, excluido permanentemente del éxito, de las acciones épicas que quedan en los bronces y en la retórica cívica fácil, frágil, por el lugar común y de las verdades a medias. Al contrario de todo ello, Flores Magón vivió en la clandestinidad, estuvo preso en nueve ocasiones y en esas estancias sumo 14 años de vida; vivió una persecución sin tregua por pretender un ideal, por perseguir un anhelo, por mantener el ensueño que produce la adhesión firmísima a sus ideologías.
La lectura de esta antología permite detectar la evolución del pensamiento magonista, que pasa del liberalismo preocupado por cuestiones sociales, hasta el socialismo y el anarquismo, pero siempre con la convicción de que la realidad cambiará y de que el presente es el mejor momento para lograrlo.
Francisco I. Madero y la aviación. A 110 años de su vuelo
De acuerdo con la crónica periodística, el 30 de noviembre de 1911 el presidente Francisco I. Madero, acompañado de su familia y miembros de su gabinete, acudió a los llanos de Balbuena para admirar la demostración de los aviadores de la compañía estadunidense Moisant International Aviators. Entusiasmado por la valentía de los pilotos —hombres y mujeres— Madero decidió subir al avión del piloto inglés George Miller Dyott, un Dupardusin y experimentar por sí mismo elevarse por los aires. El vuelo duró escasos 4 minutos. Estoy seguro de que el acto fue espontáneo, ya que tomó por sorpresa a sus familiares y funcionarios que lo acompañaron. Por desgracia, para los interesados en el tema, Madero no dejó testimonio por escrito de esta aventura aérea,1 y a ninguno de los periodistas que estuvieron ese día en Balbuena se le ocurrió entrevistarlo para conocer sus impresiones. Sólo quedaron algunas fotografías que dan fe del hecho. En una de ellas se puede ver al presidente Madero sonriendo, divertido por la audacia de su hazaña o por el nerviosismo del momento. Sin duda, la sonrisa de un hombre bueno.
El presente libro tiene como objeto conmemorar los 110 años del primer vuelo de un presidente en funciones en el mundo —en octubre de 1910, el expresidente estadunidense Theodore Roosevelt voló en una exhibición aérea, pero ya había concluido su mandato—. Para ello presentamos una antología hemerográfica sobre este evento y los antecedentes de los vuelos, tanto en globo como el avión.
Juan Sarabia apostol y martir de la Revolución Mexicana
El presente libro es un texto que presenta las distintas facetas de quien fuera uno de los hombres más importantes dentro del movimiento social de México durante los primeros años de la Revolución Mexicana; luchador por las reivindicaciones obreras y campesinas, crítico de las injusticias y el despotismo, paladín de las libertades y derechos humanos: Juan Sarabia.
La vida de Sarabia está estrechamente vinculada con los hechos más sobresalientes en la historia de México durante los primeros veinte años del siglo XX, su labor fue brillante en un gran número de periodicos: El Porvenir, El Demófilo, Renacimiento, El hijo del Ahuizote, Regeneración, Vésper, ¡Excélsior! Su nombre estará eternamente ligado al de los hermanos Flores Magón y al Partido Liberal Mexicano, y muchos de los principios por los que luchó fueron postulados fundamentales de la Constitución de 1917.
Ricardo Flores Magón y el Partido Liberal Mexicano
La escritora norteamericana Ethel Duffy Turner nació el 21 de abril de 1885 en San Pablo, California. Estudió la carrera de Letras Inglesas en la Universidad de California y en 1905 se casó con el periodista John Kenneth Turner. Fue miembro del Partido Socialista Norteamericano y en marzo de 1909 ella y su esposo viajaron a Los Ángeles, California, en donde asistieron como invitados a las reuniones en casa de Frances Noel. De estas reuniones surgió el Comité de Defensa de los Refugiados Políticos Mexicanos que apoyo la lucha revolucionaria desde el flanco del Partido Liberal Mexicano. Ethel realizó propaganda en apoyo de Ricardo Flores Magón quien junto con otros liberales se encontraba preso en Los Ángeles acusado de conspiración contra el gobierno de Porfirio Díaz en territorio norteamericano.
Ethel participó en incontables diarios y fue editora de los artículos de su esposo que en un tomo llevarían de título México Bárbaro. En suelo norteamericano se encargó de la sección en inglés del periódico Regeneración, al mismo tiempo que se reunió y entrevistó a integrantes del Partido Liberal Mexicano como lo eran Enrique y Ricardo Flores Magón, Librado Rivera, Práxedis Guerrero y Manuel Sarabia (hermano de Juan).
En 1930 publicó su novela autobiográfica One way ticket, misma que tuvo una segunda edición y fue llevada al cine un año después. En la década de los 50 trabajó como investigadora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (actualmente de las Revoluciones de México), y en 1960 publicó la biografía de Ricardo Flores Magón. Recibió la condecoración de la Orden del Águila Azteca “por servicios prestados a México o a la Humanidad por personas de nacionalidad extranjera”. Pasó sus últimos años, hasta su muerte en 1969, en Cuernavaca, Morelos, México.
Ricardo Flores Magón
El apostol Cautivo
Esta es la historia de un hombre excepcional, un hombre que junto a sus hermanos, Jesús y Enrique, “los hermanos Flores Magón”, fue actor principal de la etapa precursora de la Revolución Mexicana. Con sus ideales y movimiento, los Flores Magón dieron vida a un neologismo, el magonismo, sinónimo de rebeldía constante y de lucha por la libertad.
Ricardo Flores Magón fue un estudiante agitador e inquieto, periodista que marcó al periodismo en un quehacer ideológico. Su pensamiento e ideales están presentes en el Manifiesto del Partido Liberal Mexicano de 1906, en la Soberana Convención Revolucionaria de 1914 y en el Congreso Constituyente de 1917.
Fue un luchador sin tregua; sólo lo venció la muerte.
Fue vidente, apóstol y mártir de la Revolución Mexicana.
La batalla de Zacatecas(Diario de campaña)
Felipe Ángeles
El general Felipe Ángeles vio en la de Zacatecas una acción de armas que se desarrolló como había aprendido que debían ser las batallas. Su regocijo —además de la victoria— se explica por la idea, generalizada entre los militares de profesión, de que la batalla es el acontecimiento por excelencia de la guerra, cuyo desenlace puede definir todo el conflicto. Desde la perspectiva de Ángeles, la batalla de Zacatecas fue decisiva.
[…] ¡qué corrección y qué armonía en la colocación de la infantería y la artillería! La artillería obrando en masas y con el casi exclusivo objeto de batir y neutralizar las tropas de la posición que deseaba conquistar la infantería […]. |
El texto que aquí presentamos son los apuntes que el general Ángeles hizo en su diario personal en torno a la preparación, el desarrollo y las consecuencias de la histórica batalla de Zacatecas, entre el 17 de junio y el 8 de julio de 1914.
Felipe Ángeles en la Revolucion. Biografía
Federico Cervantes
Ángeles fue técnico notable, probo ciudadano, fiel defensor de la legalidad y representativo del maderismo, que es democracia. Combatió con heroísmo por los ideales populares; amaba al pueblo que sufre; representó la convicción revolucionaria y el espíritu democrático que no claudica. Fue hombre virtuoso, fue hombre de acción, fue hombre completo.
¡Porqué la Revolución necesita justificarse con semejantes hombres!
Fiel al recuerdo de quien fuera maestro de la juventud; del hombre modelo en quien, mejor que en los demás, descubrí no sólo cultura superior sino grandeza de alma; discípulo, amigo y jefe del Estado Mayor del único hombre completo, del superhombre contemporáneo que me haya inspirado verdadera admiración porque inculcaba ciencia y bondad y en quien, como rara virtud de los hombres, encontré la más grandiosa ecuanimidad; para ese gran revolucionario, demócrata socialista que murió sin odios, con el estoicismo, la sencillez y la serenidad de Sócrates, presento, reverente, el homenaje modesto de esta biografía.
Felipe Ángeles
Begoña Hernández y Lazo / Ramiro González
Felipe de Jesús Ángeles Ramírez nació el 13 de junio de 1868 en Zacualtipán, Hidalgo. En la casa familiar tuvo un ejemplo permanente de rectitud y patriotismo, pues su padre fue un hombre con ideas liberales que luchó contra las intervenciones de Estados Unidos (1846-1848) y Francia (1862-1867). El joven Felipe Ángeles se formó como cadete en el Colegio Militar de Chapultepec, destacando particularmente en matemáticas; de ahí egresó en 1892, iniciando una carrera sobresaliente por sus conocimientos técnicos.
Al inicio de la Revolución, el oficial Ángeles se encontraba en Francia y, al llamado de Francisco I. Madero, regresó al país para tomar la dirección del Colegio Militar. Durante el agitado gobierno maderista a causa de las intrigas de las facciones porfiristas y las rebeliones de las fuerzas revolucionarias, el general Felipe Ángeles fue comisionado para enfrentar a los zapatistas, campaña que lo cambió radicalmente, ubicándolo en el bando por el que lucharía el resto de su vida.
Luego de los eventos de la Decena Trágica fue exiliado a París, de donde más tarde volvió para incorporarse al constitucionalismo. En la División del Norte, comandada por Francisco Villa, el general Felipe Ángeles puso en práctica todos sus conocimientos militares. El genio intuitivo de Villa y la capacidad militar de Ángeles propiciaron la victoria en batallas que definieron el triunfo constitucionalista ante los federales huertistas: Torreón y Zacatecas. La relación entre Villa y Ángeles definió en gran medida la imagen que de la División del Norte y del villismo se tiene hasta la fecha.
Cómo fue el ataque a Zacatecas
Federico Cervantes.
Federico Cervantes Muñoz Cano nació en Oaxaca en 1883. Fue estudiante del Colegio Militar de Chapultepec, en donde se tituló de ingeniero. Por acuerdo de Porfirio Díaz fue enviado a Francia para estudiar “cuestiones de aeronáutica”. En 1912 regresó a México con el fin de participar en las acciones contra la rebelión orozquista, pero Felipe Ángeles, recién nombrado por Francisco I. Madero director del Colegio Militar —en cuyas aulas Cervantes conoció a Ángeles en 1904 y fue su discípulo en el área de matemáticas—, lo retuvo a su lado en esa institución. Luego, a instancias de éste, Madero decidió enviar nuevamente a Cervantes a París, a la Escuela Superior de Aeronáutica, con el compromiso de que, a su regreso, estableciera una escuela de aviación en nuestro país; pero el asesinato del presidente Madero y la incorporación de su exprofesor a la lucha revolucionaria contra Huerta determinaron otro derrotero para Federico Cervantes, quien solicitó su baja del ejército debido a que sus convicciones eran “antagónicas de la existencia y de los procedimientos” del régimen huertista, y en diciembre de 1913 regresó de París para unirse a la Revolución al lado del exdirector del Colegio Militar. Ya en las filas de la División del Norte estuvo en los inicios del uso de aeroplanos por este cuerpo de ejército.
Federico Cervantes fue representante personal de Felipe Ángeles ante la Soberana Convención Nacional Revolucionaria que se reunió en Aguascalientes. Ascendió a general de brigada bajo el gobierno de la Convención, y fue ministro de Comunicaciones en el gobierno convencionista provisional del Francisco Lagos Cházaro. A la derrota de la Convención, logró llegar a la frontera y refugiarse en Estados Unidos, donde se encontró nuevamente con Felipe Ángeles, a quien trató de convencer de no volver a internarse en México, sin lograrlo. Tras el fusilamiento de este general en Chihuahua, en 1919, Cervantes vivió desterrado en Estados Unidos hasta la caída de Carranza en 1920, cuando regresó al país.
Dada su cercanía y estimación hacia quien fuera su maestro y superior, Federico Cervantes se dedicó a escribir la biografía más extensa y completa que se haya publicado en el siglo XX sobre Felipe Ángeles, editándola a partir de 1942 en diversas ocasiones, la mayoría de ellas con fondos propios. Murió en la Ciudad de México en 1966.
Proceso de muerte del sr. gral. Felipe Ángeles
C. Gómez Peña y Benjamin Herrera Vargas
En palabras de los autores de este libro, C. Gómez Peña y Benjamín Herrera Vargas, ningún acontecimiento de los últimos años de la Revolución Mexicana conmovió tanto a la nación como el fusilamiento del general Felipe Ángeles. Antiguo director del Colegio Militar de Chapultepec, Ángeles fue hombre leal a Francisco I. Madero y, ante la usurpación de Huerta, se afilió a las fuerzas constitucionalistas encabezadas por Carranza; en ellas se integró a la División del Norte dirigida por Francisco Villa.
Ángeles y Villa formaron una de las mancuernas más célebres del movimiento revolucionario. Bajo sus órdenes se lograron victorias cuyos ecos aún perduran tras las batallas de Torreón y Zacatecas. Al triunfo del constitucionalismo Villa y Ángeles se separaron y este último se exilió con su familia en Estados Unidos. Su último retorno a México perseguía el propósito de contribuir a la pacificación del país; sin embargo, eran muchos los interesados en erradicar todo pensamiento y acción contrarios a las decisiones del entonces Jefe del Ejecutivo, Venustiano Carranza. La traición desempeñó un papel central en la aprehensión del general Ángeles, quien fue capturado en su último refugio: una cueva en la Sierra Nonoava en Chihuahua. Luego de ser capturado, fue conducido a un cuartel de la capital de ese estado, donde fue sentenciado a muerte y fusilado el 26 de noviembre de 1919.
Al escribir esta obra, los autores mencionados siguieron la intención de “referir tan sólo los hechos, tomando los datos de fuentes oficiales” —periódicos de Chihuahua así como testimonios de algunos testigos presenciales—, para con ello informar a los mexicanos de los acontecimientos que rodearon el Proceso de muerte del sr. gral. Felipe Ángeles.
General Felipe Ángeles
Alberto Calzadíaz
Aclara Alberto Calzadíaz, autor del presente libro, que estas memorias son hechos reales de la Revolución narrados por jefes y oficiales que no deben ser olvidados. Entre ellos Miguel Alessio Robles, Carlos N. Durazo, Jesús Arias Sánchez y varios más referidos por el general de brigada Enrique León Ruiz. A través de los testimonios de quienes conocieron al general Felipe Ángeles, Calzadíaz nos lleva de la mano para describir su carrera militar y su importante participación al lado de Francisco Villa. Cadete egresado del Colegio Militar, Ángeles fue comisionado en varias ocasiones al extranjero; maderista al inicio de la Revolución estuvo luego bajo las órdenes de Venustiano Carranza, quien le ordenó presentarse ante Villa para colaborar en las campañas de la División del Norte.
Felipe Ángeles se convirtió así en compañero y consejero del Centauro del Norte; hombre íntegro y honorable siempre expuso sus opiniones, aunque fueran contrarias a las de éste. Su participación en las batallas de Trinidad, Aguascalientes y Zacatecas dejó huella indeleble en el villismo. Por testimonio de León Ruiz sabemos de la opinión de Villa sobre Ángeles, expresada al psicólogo norteamericano Frazier Hunt durante una entrevista:
Usted, señor Hunt, ha tenido palabras de mucho elogio para la División del Norte. Pues bien, todo el éxito se lo debí a él, Felipe Ángeles. Organizó los batallones, los regimientos, las divisiones, la artillería, y el cuerpo del servicio sanitario. Los cuerpos de zapadores. Comunicaciones. Un hombre muy educado, instruido en la ciencia de la guerra. Todo se lo debí al general Ángeles. Una gloria de mi raza. Eso fue Felipe Ángeles. Un hombre muy bueno a quien debo gran parte de mis conocimientos militares. Valiente, honrado, de buen corazón. Un hombre a quien yo quise mucho… |
1929, Un Año Clave Para Comprender el México Posrevolucionario
1929 fue un año de numerosos acontecimientos de trascendencia mundial y para la conformación del México posrevolucionario. Animadas por esta idea convocamos a diversos académicos para que compartieran sus respectivas miradas acerca de este periodo. Fue así que en mayo de 2019 realizamos el coloquio “1929, un año clave para comprender el México posrevolucionario”. Gracias a la generosa respuesta y nutrida participación nos dimos a la tarea de reunir los textos leídos durante el coloquio, y pedimos a sus autores desarrollarlos con mayor amplitud y profundidad.
Este libro es resultado de ese trabajo, lo integran 16 capítulos y sus autores están adscritos a instituciones como la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
El presente texto tiene por objetivo ayudar a comprender el México del siglo XX y al mismo tiempo es una invitación para seguir abordando los temas aún inéditos que giran en torno al México posrevolucionario.
Celia Mercedes Alanís Rufino, UAEH
Imelda Paola Ugalde Andrade, UNAM
Coordinadoras
Documentos Fundamentales de la Revoluciòn Mexicana
Selección de Rafael Hernández Ángeles
La conmemoración del centenario de la Revolución Mexicana fue un motivo excepcional para la difusión de muchos de los documentos que se redactaron durante ese proceso histórico. Tal difusión nos permitió entonces ahondar en el conocimiento de una de las más significativas luchas sociales en el siglo XX mexicano, la cual permitió la construcción de nuestra actual nación. Adentrarnos hoy en el contenido de esos documentos nos permitirá conocer mejor el conjunto de ideas libertarias que sustentaron la lucha revolucionaria, sólo así estaremos en condiciones de valorar en su sentido más profundo nuestra ciudadanía. Al acercarnos nuevamente a la fecha conmemorativa del inicio del movimiento revolucionario de 1910, presentamos a las jóvenes generaciones este libro que integra muchos de esos documentos fundamentales de la Revolución Mexicana.
Enero de 2021
Archivo de Don Francisco I. Madero
Epistolario, Tomo I
A juzgar por muchos de sus escritos, en especial las cartas y los apuntes autobiográficos, Francisco I. Madero tenía el hábito de observar su propia conducta, meditar sobre el resultado de sus acciones y la naturaleza de los pensamientos e intenciones que pudieron ocasionarlas. De hecho, entre sus modos de valorar la importancia de la escritura contaba el de utilizarla para fijar con claridad sus pensamientos y, en consecuencia, dirigir su atención exclusiva a los aspectos considerados fundamentales. Hacía bien, sin duda, y gracias a su férrea disciplina y constancia como redactor podemos apreciar en sus líneas los productos de un discernimiento bien entrenado, por lo menos en lo elemental, a propósito de una variedad temática.
Los contenidos de este tomo están pletóricos de declaraciones, referencias, explicaciones, comentarios y alusiones que ya han sido utilizadas más de una vez por los biógrafos de Francisco I. Madero, de su familia y su ascendencia, así como por los historiadores de la Revolución Mexicana. Una cantidad enorme, sin embargo, permanece todavía sin aprovechar; el hecho es fácil de entender, pues las perspectivas adoptadas hasta hoy para incursionar en el maderismo han sido relativamente pocas, y aún son ésas en las que se sitúan una y otra vez los especialistas por diversas razones, típicamente académicas. En todo caso, una lectura abarcadora de esta parte inicial del Epistolario, realizada con imaginación analítica y verdadera disposición a formular hipótesis de largo y renovado alcance, dará seguramente lugar a interpretaciones desusadas, capaces de develar insospechadas relaciones entre la vida y carrera de Madero y el entorno en que le tocó vivir.
Roberto R. Narváez
Enero de 2021
Archivo de Don Francisco I. Madero
Epistolario, Tomo II
A juzgar por muchos de sus escritos, en especial las cartas y los apuntes autobiográficos, Francisco I. Madero tenía el hábito de observar su propia conducta, meditar sobre el resultado de sus acciones y la naturaleza de los pensamientos e intenciones que pudieron ocasionarlas. De hecho, entre sus modos de valorar la importancia de la escritura contaba el de utilizarla para fijar con claridad sus pensamientos y, en consecuencia, dirigir su atención exclusiva a los aspectos considerados fundamentales. Hacía bien, sin duda, y gracias a su férrea disciplina y constancia como redactor podemos apreciar en sus líneas los productos de un discernimiento bien entrenado, por lo menos en lo elemental, a propósito de una variedad temática.
Los contenidos de este tomo están pletóricos de declaraciones, referencias, explicaciones, comentarios y alusiones que ya han sido utilizadas más de una vez por los biógrafos de Francisco I. Madero, de su familia y su ascendencia, así como por los historiadores de la Revolución Mexicana. Una cantidad enorme, sin embargo, permanece todavía sin aprovechar; el hecho es fácil de entender, pues las perspectivas adoptadas hasta hoy para incursionar en el maderismo han sido relativamente pocas, y aún son ésas en las que se sitúan una y otra vez los especialistas por diversas razones, típicamente académicas. En todo caso, una lectura abarcadora de esta parte inicial del Epistolario, realizada con imaginación analítica y verdadera disposición a formular hipótesis de largo y renovado alcance, dará seguramente lugar a interpretaciones desusadas, capaces de develar insospechadas relaciones entre la vida y carrera de Madero y el entorno en que le tocó vivir.
Roberto R. Narváez
Enero de 2021
Filomeno Mata
Su vida y su labor
El ensayo biográfico de Luis I. Mata tiene por objeto hacer un tributo a la memoria de su padre, el periodista Filomeno Mata, no sólo desde la perspectiva familiar, sino también desde la memoria histórica. Por ello hace un recuento de esos recuerdos, y una reseña histórica de El Diario del Hogar, en cuyas páginas el padre plasmó su posición política, su proyecto de nación y su lucha por la libertad de imprenta y de las ideas.
En el apartado “Filomeno Mata: Ensayo biográfico”, el autor destaca a El Diario del Hogar como la tribuna que sintetiza el pensamiento de su padre. El recuento es cronológico, destaca los años de lucha en contra de la censura y la represión; señala a los leales compañeros del periodista que se fueron quedando, ya sea en la prisión, el destierro u la muerte, de los peligros que lo asechaban de manera cotidiana, pero no hicieron que cejara en su esfuerzo por la libertad de pensamiento y palabra.
Filomeno Mata murió el 2 de julio de 1911 y el INEHRM en este 110 aniversario luctuoso, ofrece con esta nueva edición un homenaje al hombre y a su lucha por la libertad de expresión.
Don Venustiano Carranza. Rasgos biográficos
Alfredo Breceda
Alfredo Breceda Mercado nació en Matamoros, Coahuila, el 24 de mayo de 1886. En 1907 trabajó en los Ferrocarriles Nacionales de Tehuantepec, Oaxaca y fue miembro activo del partido Democrático Antirreeleccionista de Coahuila desde 1908. En 1910 se levantó en armas en Río Yaqui, Sonora, logrando el grado de Capitán segundo de caballería. El 21 de febrero de 1913, después del cuartelazo de la Ciudadela, se levantó en armas en la ciudad de Saltillo y se enlistó bajo las órdenes de Venustiano Carranza.
Fue redactor y firmante del Plan de Guadalupe, se desempeñó como secretario particular de Carranza y fue también delegado por Coahuila en la Convención de Agua Prieta. Gran parte de su actividad militar estuvo bajo las órdenes del general Álvaro Obregón.
Ya en 1916 fue encargado del Despacho de la Secretaría de Gobernación y al año siguiente Oficial Mayor de la misma. Durante su carrera política obtuvo los nombramientos de gobernador y Comandante militar de San Luis Potosí y Coahuila y para 1918, fue gobernador del Distrito Federal. Después de su baja en el servicio militar obtuvo cargos diplomáticos en Suecia, Panamá, Noruega y la República Dominicana.
Columnista para El Universal y con varias distinciones y reconocimientos en su haber, dedicó parte de su vida a la escritura de obras relacionadas con la Revolución y el constitucionalismo.
Venustiano Carranza
Coronel Bernardino Mena Brito
Bernardino Mena Brito nació en Halachó, Yucatán, en 1887. Militar desde temprana edad, se enlistó en las filas maderistas y firmó el acta constitutiva del Partido Nacional Antirreleccionista. En 1913 se adhirió al constitucionalismo y luchó desde las zonas de Campeche, Tabasco y Chiapas. En 1914 partió al norte del país y en acompañó a Venustiano Carranza en su camino a Veracruz. Participó en las batallas de Celaya, Aguascalientes y Zacatecas siempre del lado del constitucionalismo. Después de 1917 buscó la candidatura al gobierno de Yucatán contendiendo contra Salvador Alvarado, al no lograr llegar a la gubernatura, fue nombrado Cónsul de México en Nueva Orleans. En 1921 nuevamente compitió por el gobierno de Yucatán, ahora teniendo como opositor de Felipe Carrillo Puerto, nuevamente perdió.
Ya para 1940 apoyó la campaña presidencial de Juan Andrew Almazán, después de esta significativa derrota, decidió retirarse a la vida privada y dedicarse a la escritura. Como literato su obra principalmente se inscribe dentro del ensayo y la novela.
Francisco I. Madero y la larga transición (ciudadanos, partidos y elecciones)
Francisco Ignacio Madero enarboló un movimiento revolucionario indiscutible que llevó hacia el cambio político indispensable que necesitaba México. Fue un personaje que se propuso, sin duda, el logro de un ideal democrático moderno que, mediante procesos electorales, la acción de partidos políticos y la legalidad de la participación y representación, condujera a una transición que pasara del ideal a los hechos. No solamente se trataba del reemplazo de la clase política, como en un primer momento quedó establecido. Era indispensable un cambio radical, una transformación que modernizara políticamente al país y así sustituyera a un Estado, un gobierno, una clase política y los procedimientos legales y electorales que se encontraban desgastados, anquilosados y viejos; ya no respondían a las necesidades y realidades de la sociedad mexicana de inicios del siglo XX.
Madero y el maderismo encendieron la mecha, iluminaron el camino hacia una larga transición revolucionaria que muy pronto modificó el orden de cosas existentes, que transformó radicalmente al sistema político porfiriano y condujo al país a una gran revolución social, política, económica y cultural.
José María Pino Suárez, semblanza
José María Pino Suárez, calificado por sus contemporáneos como un hombre sincero, altruista, honrado, leal y víctima de las circunstancias que le tocó vivir, ha sido tratado a través de la historia como la sombra del presidente Francisco I. Madero “martir de la democracia” y poco se ha analizado su labor, tanto intelectual como política, en la vida y desarrollo de nuestro país.
En esta semblanza de José María Pino Suárez se presentan, además de sus más importantes datos biográficos, una selección documental de cartas, manifiestos e informes que abarcan de 1909 a 1913, y un grupo de testimonios escritos por destacados intelectuales contemporáneos del prócer.
A 100 años, iconografía de Venustiano Carranza
El 21 de mayo de 2020 se cumplen 100 años de la muerte del presidente Venustiano Carranza, un mexicano excepcional, quien fue asesinado ese día, en 1920, por una rebelión militar en Tlaxcalantongo, Puebla. Venustiano Carranza es uno de los personajes más importantes no sólo de la Revolución Mexicana, sino de toda la historia nacional, sin el cual no es posible entender el México que hoy tenemos. Carranza fue uno de los arquitectos de las instituciones y del orden jurídico sobre los que se construyó el Estado mexicano del siglo XX. Su principal legado, sin duda, fue haber convocado al Congreso Constituyente que elaboró la Constitución Política más avanzada de su tiempo, la primera en incorporar los derechos sociales. como garantías constitucionales, una Constitución que fue modelo para muchos otros países y que es todavía, a pesar de todas las reformas y contrarreformas que han tratado de revertir su esencia social, democrática y libertaria, la Constitución que hoy nos rige.
El Problema de Mexico
¿En qué consiste, que a pesar de haber triunfando tantos movimientos revolucionarios no se haya encontrado la fórmula que satisfaga las aspiraciones de la mayoría del país y haga imposibles nuevos trastornos?
Tan someramente como me sea posible, voy a describir algunas de las condiciones de mi país y a mencionar algunas medidas para ponerles remedio, a fin de que esta crítica no se circunscriba al campo especulativo ni tenga carácter destructivo.
Deseo advertir que no soy un ciego adorador de las instituciones y las leyes. Sé cuán poco influyen en la marcha de las sociedades cuando no son la expresión de sus necesidades ni de las del alma de su raza. Pero en el caso de México, creo que el estado de la opinión y el progreso político que hemos logrado reclaman ciertas modificaciones en nuestra organización política y administrativa, para que ayuden al libre desarrollo de las fuerzas económicas y sociales, que están pugnando por remover las montañas de obstáculos que en su camino han arrojado 400 años de tinieblas, de opresión y de servidumbre y los efectos funestísimos de una formación y de una educación comunistas.
Salvador Alvarado, 1919.
Sonora y Carranza
Clodoveo valenzuela
Amado Chaverri Matamoros
La alianza de Carranza con los sonorenses se inició en la lucha comnún contra Victoriano Huerta y se consolidó con la victoria del constitucionalismo. Dentro del grupo de Sonora, posteriormente se destacaron Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles en lo que sellaría el fin de las relaciones entre el Jefe constitucionalista y los sonorenses, el plan de Agua Prieta.
De la Huerta tuvo una relevante presencia, primero como aliado incondicional de Carranza, después como pieza clave en su derrocamiento; Obregón, quien a simple vista pareciera ser la cabeza del plan de Agua Prieta, supo capturar el descontento del centro y sur del país e impulsar desde Sonora la caída del Jefe constitucionalista. Calles por su parte, después de entregar la gubernatura de Sonora a de la Huerta, por instrucciones del mismo Carranza, renunció al ministerio de Comercio e Industria que le había asignado directamente el presidente, para unirse finalmente al Comité Director Obregonista, donde estrechó relaciones con Luis N. Morones y Felipe Carrilló Puerto, partidarios también de Obregón en sus aspiraciones a la presidencia de la República y que significaban esa pinza que buscaba Obregón en las alianzas entre el norte y el centro-sur.
El presente libro es —según definición de los autores— una obra de la más amplia información gráfica y periodística, sobre el movimiento del grupo de Sonora contra el régmen de Venustiano Carranza. Respaldada por gran múmero de documentos, incluye también imágenes sobre la promulgación del famoso plan firmado en la población de Agua Prieta, Sonora.
Agrarismo radical en México
Una biografía política de Úrsulo Galván,
Primo Tapia y José Guadalupe Rodríguez,
Irving Reynoso Jaime
Personajes como Úrsulo Galván, luchador social de Veracruz; Primo Tapia, líder campesino de Michoacán, y José Guadalupe Rodríguez Favela, agrarista de Durango, abanderaron en la década de 1920 las luchas campesinas con un programa agrario radical, que planteaba la autonomía del movimiento campesino frente al Estado, e incluso la necesidad de trascender el regionalismo y promover sus demandas en una organización campesina nacional. Este agrarismo, si bien puede considerarse heredero de las luchas de Villa y Zapata, hizo una crítica de las limitantes de sus antecesores, y planteó objetivos más radicales, acorde con la militancia anarquista, y luego comunista, de sus líderes, en una época en que los restos del zapatismo y del villismo estaban siendo cooptados por los gobiernos posrevolucionarios. En este trabajo presentamos una síntesis biográfico-política de dichos líderes campesinos.
Poder regional y política nacional en México. El gobierno de Maximino Ávila Camacho en Puebla (1937-1941).
Sergio Valencia Castrejón
El presente trabajo recupera como preocupación investigativa la interrelación existente entre la historia nacional y la regional, centrándose en la figura de Maximino Ávila Camacho y su gestión como gobernador de Puebla, de febrero de 1937 a 1941. En consecuencia, el autor analiza a la administración maximinista y su interacción con el contexto político nacional, con el fin de ofrecer una interpretación de la relación múltiple y variada que se dio entre el poder regional-estatal de Maximino Ávila Camacho y buena parte del gobierno cardenista, así como con los inicios de la administración de su hermano, el también general Manuel Ávila Camacho.
A 50 años, Lázaro Cárdenas
La biografía del revolucionario, del militar, del gober¬nante, del político, del negociador, del estadista Lázaro Cárdenas coincide con el itinerario de la Revolución Mexi¬cana y de la formación del Estado. Surgió a la vida política como militar, de la estirpe de los revolucionarios, hasta coin¬cidir con el proceso de institucionalización que él mismo impulsó. Su vida fue consecuente con sus principios y al¬canzó una coherencia difícil de encontrar en otros políticos mexicanos. Nació el 21 de mayo de 1895, cuando la dictadura de Porfirio Díaz cumplía los primeros 15 años, de los 30 que duró. Murió el 19 de octubre de 1970, cuando llegaba a su fin el periodo sexenal de Gustavo Díaz Ordaz.
Lázaro Cárdenas modelo y legado
Tomo 3
1º de diciembre de 1940. A las 12 horas puse en manos del general Manuel Ávila Camacho la banda presidencial. Terminó el periodo constitucional de mi gobierno y salgo satisfecho de haber concluido mi mandato. Me esforcé por servir a mi país y con mayor empeño al pueblo necesitado. Cancelé muchos privilegios y distribuí una buena parte de la riqueza que estaba en pocas manos.
Me retiro con un sincero deseo de que registre el mayor éxito la administración que hoy preside ya el señor general Manuel Ávila Camacho, con quien me siento solidarizado. Me hago el propósito de no leer en mucho tiempo periódicos que hablen de política. Considero tener la fuerza necesaria para no molestarme por ataques, pero es mejor dejar de leerlos. No cometeré error de contestar ataques de personas o de grupos que hayan o no estado en oposición a mi gobierno. Si mi administración tuvo actos que beneficiaron o perjudicaron al pueblo y al país, la Nación lo decidirá cuando se hayan serenado las pasiones de hoy. Si hubo errores, me sentiré satisfecho se corrijan en beneficio de la patria. Me retiro a trabajar alejado por completo de toda actividad política, estimando que así seré más útil a mi país. La fuerza política de que disfruté y las consideraciones que me guardó el pueblo, se debieron principalmente a la investidura legal que tuve como encargado del Poder Público, consideraciones éstas que le corresponden hoy al nuevo Presidente de la República, que es el legítimo representante del pueblo y único dirigente.
Lázaro Cárdenas modelo y legado
Tomo 2
Revolucionario, estadista y ex presidente. Comenzó su vida revolucionaria en 1913 dentro de las filas constitucionalistas, para combatir al régimen de Victoriano Huerta y, posteriormente, a la Convención. En 1920, secundó el Plan de Agua Prieta, movimiento que desconoció al presidente Venustiano Carranza.
En septiembre de 1928 tomó posesión como gobernador de Michoacán, para separarse del cargo y presidir el Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1930. También se desempeñó como secretario de Gobernación en 1931 durante el régimen de Pascual Ortiz Rubio. El 1 de enero de 1933 fue nombrado secretario de Guerra y Marina, cargo que dejó en mayo de ese mismo año para buscar la presidencia de la nación y, más tarde, convertirse en Presidente de México a partir del 1 de diciembre de 1934.
Su régimen se caracterizó por varias acciones, entre las que destacan: la expulsión del país de Plutarco Elías Calles, la creación de la Confederación Nacional Campesina y la Confederación de Trabajadores de México, y la reorganización del Partido de la Revolución Mexicana. En 1938 expropió los bienes de las compañías petroleras. Al término de su mandato, Cárdenas estuvo al mando de la región militar del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, y fue también secretario de la Defensa Nacional. En la década de los sesenta participó en el Movimiento de Liberación Nacional. Murió en la Ciudad de México el 19 de octubre de 1970. Sus restos reposan en el Monumento a la Revolución.
Lázaro Cárdenas modelo y legado
Tomo I
Entre el 18 y el 20 de junio de 2002 se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México el ciclo de conferencias Lázaro Cárdenas: Modelo y legado, con el objetivo de poner “el cardenismo sobre la mesa”. El foro permitió analizar, desde distintas perspectivas y con rigurosidad, la importancia histórica del general Lázaro Cárdenas y del cardenismo, así como la vigencia y continuidad de su proyecto.
Animados con un mismo espíritu reflexivo, para fomentar y divulgar la discusión histórica más allá de maniqueísmos y dogmatismos, el INEHRM convocó a un grupo de destacados académicos para conmemorar el nacimiento de Lázaro Cárdenas (ocurrido el 21 de mayo de 1895) y brindar, dentro del marco del foro, un homenaje al doctor Friedrich Katz (beneficiario de la política exterior cardenista) por sus aportaciones al conocimiento de la historia contemporánea de México y en particular por los veinte años de haberse publicado su obra La guerra secreta en México, pieza fundamental en la historiografía sobre nuestro país.
En el fondo, ambas conmemoraciones sirvieron de pretexto para analizar la figura de Lázaro Cárdenas y su periodo presidencial desde una mirada rigurosa en el análisis, a la vez que plural y actualizada, a partir de cuatro vertientes temáticas de gran interés: El modelo cardenista de gobierno, sus principales conflictos, las particularidades de la aplicación de su modelo en las regiones y su legado para el México contemporáneo.
Ahora, la edición en formato digital que el lector tienen ante sí, y que recupera la versión impresa de 2009, ve la luz bajo la celebración del 50 aniversario de la muerte del general Lázaro Cárdenas.
História militar de la Revolución en la época de la convención
Miguel A. Sánchez Lamego
A mediados del siglo pasado, hubo historiadores que, a pesar de su cercanía temporal con la Revolución y con gran carencia de fuentes —porque todavía no estaban abiertos muchos archivos—, lograron realizar obras de gran aportación para la historiografía. Al paso del tiempo, sus trabajos se convirtieron en fuentes obligadas para el estudio de ese periodo. Miguel Ángel Sánchez Lamego fue un joven revolucionario que llegó a ser uno de los militares profesionales de mayor prestigio del México postrevolucionario y moderno. Cuando terminó la lucha armada, ingresó a la Academia de Estado Mayor y posteriormente al Colegio Militar; continuó sus estudios en Francia. De regreso en nuestro país, se desempeñó como docente en los planteles militares más importantes de México: el Heroico Colegio Militar y la Escuela Superior de Guerra, desde donde alcanzó el generalato.
En el ámbito de la historia militar mexicana, se destacó como investigador acucioso y respetuoso del rigor metodológico, lo que le permitió alcanzar gran cientificidad y prestigio en el medio académico. Muchas de sus obras se han convertido hoy en día en clásicas.
Pionero en la investigación histórico-militar, cuando escribió sus obras sobre la Revolución, muchos repositorios documentales, como es el caso del Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional —con sus fondos documentales de operaciones militares, cancelados, veteranos de la Revolución y pensionistas— prácticamente eran inaccesibles para los investigadores y para el público en general. Sánchez Lamego tuvo la fortuna de consultar esas joyas documentales, pudo absorber su contenido y así, escribió una historia balanceada y objetiva que le permitió reconstruir el acontecer diario de este movimiento social armado.
La utopía del norte fronterizo de Gabriel Trujillo Muñoz
La revolución anarcosindicalista de Baja California es una revolución poco mencionada en los libros de historia, porque no encaja en la versión oficial de la Revolución Mexicana en donde los años de 1910 a 1911 todo levantamiento armado es maderista o termina uniéndose a este movimiento. Gabriel Trujillo Muñoz nos muestra en este libro que, frente a esta visión, el Partido Liberal Mexicano y su campaña revolucionaria en Baja California son una excepción, un alzamiento armado que tuvo una importancia vital para dislocar el régimen dictatorial del general Porfirio Díaz y que demostró la tesis de los floresmagonistas.
Febrero de 1913
Martin Luis Guzmán
Martín Luis Guzmán reconstruye en estas páginas, paso a paso, y con lujo de detalles propios de la crónica periodística, la primera parte de uno de los episodios más tristes e indignantes de la historia de México en el siglo XX: la caída de Francisco I. Madero, líder de la Revolución de 1910 que derrotara con su llamado a la rebelión y carisma a una dictadura de más de tres décadas.
El escritor, periodista y diplomático mexicano (Chihuahua, 1887- Ciudad de México, 1977), que junto con Mariano Azuela es considerado máximo exponente de la llamada “Novela de la Revolución Mexicana”, describe los días que antecedieron a la traición de Victoriano Huerta, el general que desde las sombras, el alcoholismo y el resentimiento aprovechó la oportunidad que otros fueron fabricando, como el embajador de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson; como los generales Bernardo Reyes y Manuel Mondragón, como Félix Diaz, sobrino del exdictador. A esa oportunidad abonó también, involuntariamente, el propio Francisco I. Madero.
Un coro de voces cuyos ecos recorren los pasillos de Palacio Nacional y las principales calles de lo que hoy conocemos como Centro Histórico de la Ciudad de México, o lugares antes lejanos como Tacubaya, Tlalpan y Lecumberri, ayuda a contar, desde la lealtad o la traición, lo que sucedió en Febrero de 1913.
Cartas al Presidente Cárdenas
Isidro Fabela
A fines de 1936 y por encargo del presidente Lázaro Cárdenas, el General Manuel Ávila Camacho, Secretario de la Defensa Nacional, ofreció a Isidro Fabela el puesto de Delegado Permanente de México en Ginebra. Días después a esa entrevista Fabela fue llamado a Palacio Nacional:
Yo no tenía el honor de conocer personalmente a don Lázaro Cárdenas. Su presencia me impresionó vivamente: tenía la severa dignidad del cargo; en su gesto y en sus palabras aparecía lo que era, el Presidente de la nación mexicana... Me escuchó con atención; su mirada clara y penetrante y su serenidad impasible denotaban que tenía esta considerable cualidad del buen estadista: sabía escuchar y sabía también auscultar el espíritu de su interlocutor. |
Es así como nace el libro que el lector tiene frente a sí, éste es la recopilación de 22 cartas que Isidro Fabela escribió al Presidente Lázaro Cárdenas mientras ocupaba el cargo de representante ante la Sociedad de las Naciones. Algunos de los temas son: la guerra en España; la invasión de Polonia por Alemania primero y por Rusia después; y todo lo relacionado con México y otros países latinoamericanos y la Sociedad de las Naciones.
La Reconstrucción de México, Un mensaje a los pueblos de America, Tomo 3
Salvador Alvarado
En 1919 Salvador Alvarado se encontraba desencantado por el rumbo que había tomado la Revolución. Inconforme por la nominación de Manuel Bonilla como candidato a la presidencia de la República, tuvo que exiliarse ese mismo año. Desde su perspectiva, el camino estaba equivocado por la ambición de poder. Por ello escribió La Reconstrucción de México, obra editada en tres tomos, en la que expone sus ideas para transformar la situación del país, que él consideraba sumamente grave. En esa obra se recogen sus reflexiones sobre temas tan trascendentales como: la circulación de las riquezas nacionales, las problemáticas fiscal y financiera, el petróleo, la marina mercante, el contexto internacional y, en el ámbito social, la niñez, la educación pública, la mujer, la justicia, el ejército, el trabajo, la política tras la Revolución, además de la ciudad a la que consideraba “exponente de la civilización”.
Entre los principales desvíos que Alvarado percibía en torno a la Revolución Mexicana, se encontraba la acumulación de poder, casi absoluto, concentrada en la figura presidencial. Bajo esta perspectiva es que, poco a poco, se fue colocando en la oposición a Carranza, a quien llegó a considerar que traicionaba la causa revolucionaria. En ese tenor, fundó el periódico El Heraldo, en cuyas páginas se vertieron propuestas vanguardistas para esos años, como por ejemplo, la formación de un partido que unificara a los revolucionarios. Empero, tomó nuevamente las armas y se unió al grupo sonorense que enarboló el Plan de Agua Prieta, mediante el cual se derrocó a Carranza. Ocupó el puesto de Secretario de Hacienda durante el interinato de Adolfo de la Huerta, pero, en 1923, otra vez estará enfrentado al presidente, el general invicto de la Revolución, Álvaro Obregón. Ya retirado del ejército, su intención final de cambio lo condujo a apoyar la rebelión delahuertista, lo que ocasionó nuevamente su salida del país y a su regreso su muerte, fue fusilado el 9 de junio de 1924 bajo las balas obregonistas.
La Reconstrucción de México, Un mensaje a los pueblos de America, Tomo 2
Salvador Alvarado
Al levantamiento en Yucatán de Abel Ortiz Argumedo, el general que depuso al gobernador carrancista Toribio de los Santos, Carranza designó a Salvador Alvarado comandante militar en ese estado para que recuperara la plaza y jefaturara el movimiento constitucionalista en Yucatán. La carrera política de Salvador Alvarado llegó a su cúspide cuando fue gobernador y comandante militar de Yucatán, de 1915 a enero de 1918. Fue entonces cuando se manifestó como un gran reformador social.
Sin duda, la labor revolucionaria de Salvador Alvarado encontró su crisol en la península de Yucatán. Ahí puso en marcha un amplio programa de reformas agrarias, laborales y educativas en favor de los campesinos, obreros y sectores populares que transformó la vida de los hombres y mujeres de Yucatán. En menos de tres años, entendió y cambio la situación política, económica y social de Yucatán, donde derrotó a la oligarquía, a la que él bautizó como la “casta divina”, restándole privilegios y modificando las relaciones comerciales con el exterior, estableciendo una nueva correspondencia de las fuerzas políticas y sociales, sentando las bases de una nueva organización social.
Como reorganizador de la sociedad yucateca, Alvarado fue modernizador y continuó el esfuerzo de Carranza de otorgar a los mexicanos nuevas leyes, que mejoraran sus condiciones de vida. Al asumir la gubernatura preconstitucional en 1915, puso en marcha su proyecto. Legisló y reglamentó en beneficio de los trabajadores, de la educación y de los derechos de las mujeres y los niños. Fue promotor del cooperativismo y del mutualismo obrero, fomentó el feminismo, la educación racionalista y el anticlericalismo.
La Reconstrucción de México, Un mensaje a los pueblos de America, Tomo 1
Salvador Alvarado
Salvador Alvarado nació en Sinaloa (se desconoce la fecha precisa pero se ubica entre 1979 y 1880), y murió fusilado en el rancho de El Hormiguero, en 1924. Vivió su infancia en Pótam, Sonora, trabajaba junto a su padre en el comercio de las pieles, oficio que le llevó a la afición por la química. Fue un ávido lector y sus lecturas le formaron en un pensamiento de preocupación por sus semejantes y por la búsqueda de mejoras sociales. En 1906, Alvarado se trasladó a vivir a Cananea, lugar donde conoció de primera mano los acontecimientos que antecedieron a la revolución maderista, y se acercó a los postulados del Partido Liberal Mexicano de los Flores Magón. Años después, en desacuerdo con el radicalismo que mostraba esa asociación política, se acercó a Francisco I. Madero. Empezó a conspirar contra la dictadura de Díaz antes de 1910, por lo que tuvo que refugiarse en Estados Unidos ante la amenaza de ser detenido. Después del 20 de noviembre regresó a territorio mexicano e inició su carreta militar, al triunfo del maderismo, Alvarado permaneció al lado de los revolucionarios y con la experiencia que había adquirido en los campos de batalla, se enfrentó a los rebeldes orozquistas (1912). Tras la usurpación de Huerta y avecindado en territorio sonorense, se alió al constitucionalismo y ya con el grado de coronel, es nombrado Jefe de Operaciones en el centro del estado. Sus acciones merecieron el reconocimiento a sus capacidades organizativas, por lo que pronto fue ascendido a general. Posteriormente Carranza deposita su confianza en Alvarado, por lo que le encarga la organización del Cuerpo de Ejército del Sureste y es enviado a la península yucateca, donde pondrá en marcha sus propuestas, dejando una huella que todavía hoy perdura.
Personajes, cuestión agraria y Revolución Mexicana
Mónica Blanco y Esperanza Fujigaki
El tema dominante que permea gran parte de los trabajos reunidos en este libro es el de las vicisitudes de la cuestión agraria entre 1910 y 1940, es decir, durante la etapa armada de la Revolución mexicana y las dos décadas siguientes, desde la perspectiva de los autores que reflexionaron sobre la misma, así como sobre los proyectos y las políticas económicas tendientes a modificar la esctructura agraria del país. En la historiografía de la Revolución Mexicana, los aspectos que se refieren a la reforma agraria cardenista y a la creación del ejido ocupan un lugar preponderante. Menos conocidas son las propuestas alternativas de modificación de la tenencia de la tierra que se desarrollaron en el periodo de 1910 a 1930. Por lo tanto, esta antología constituye una contribución al conocimiento de un tema central: el análisis de esos planteamientos alternos sobre la custión agraria en México.
La presente edición en formato electrónico es la versión facsimilar del libro editado en 2004 por el INEHRM, y que a su vez deriva de las ponencias presentadas en el foro “Personajes, cuestión agraria y Revolución mexicana”, efectuado en julio de 2002. El conjunto de los textos reunidos es también producto del trabajo de investigación “Revolución mexicana: personajes y procesos agrarios en el norte y centro del país”, que se desarrolló en el área de Historia Económica de México de la División de Estudios Profesionales de la Facultad de Economía de la UNAM.
El sur de México
Miguel Covarrubias (1904-1957) nació en la Ciudad de México. Caricaturista, ilustrador y etnólogo. Diseñador de escenografías para teatro, escribió e ilustró un gran número de obras sobre el arte y la vida de los pueblos indígenas mexicanos. Fue también docente en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y director de la Escuela de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Desde muy joven destacó como ilustrador y ya a los 18 años preparó las ilustraciones que acompañaron el manual de dibujo publicado por la SEP en 1923; también durante ese año emigró a Nueva York donde trabajó en la Agregaduría Cultural del consulado mexicano. Gustoso de la vida cosmopolita, apasionado por el jazz participó como dibujante en las revistas Vanity Fair, Fortune y The New Yorker. A inicios de los años 30 obtuvó la beca Guggenheim que lo llevó a estudiar el arte de oriente y para ello radicó unos meses en la isla de Bali, Indonesia. En 1937 publicó el libro La Isla de Bali, obra que lo perpetuó en el arte y que marcó los estudios que en adelante realizaría sobres los pueblos originarios y sus costumbres. Coleccionista de textiles, cerámicas y todo tipo de objetos artísticos, a su regreso a México frecuentó el círculo de intelectuales que propugnaban por el nacionalismo en el arte. A partir de entonces se concentró en las manifestaciones culturales de las comunidades indígenas y de las civilizaciones prehispánicas de México.
En 1946 publicó en Nueva York el libro Mexico South. The Isthmus of Tehuantepec, que el Instituto Nacional Indigenísta editó en español en 1980. La versión que ahora presentamos es el facsimilar de ésa y que el INEHRM sacó a la luz en 2004. En esta obra Covarrubias logró un valioso estudio antropológico e histórico de las comunidades indígenas del istmo mexicano, analiza y describe aspectos como el canto, la magia, la religión, el matrimonio, la muerte, la belleza racial y todo tipo de expresiones artísiticas y arquitectónicas.
Oaxaca y Puebla
John Reginald Southworth
“Oaxaca y Puebla Ilustrados” es el quinto libro de las series que tratan de los recursos de los Estados Unidos Mexicanos, habiendo sido precedido éste por “Sonora Ilustrado”, “Sinaloa Ilustrado”, “Bajo California Ilustrado” y “Veracruz Ilustrado”.
Debido a la identidad de intereses entre los estados de Oaxaca y Puebla y estando estos ligados por el Ferrocarril Mexicano del Sur pareció más conveniente publicar los volúmenes en uno sólo.
Los recursos de Oaxaca y Puebla son capaces de gran desarrollo; esto es cierto sobre todo respecto de la agricultura y la minería. Los capitales nacionales y extranjeros pueden tener empleo permanente y lucrativo explotando enérgicamente las grandes riquezas que se encuentran en las montañas, aguas, terrenos y maderas preciosas de estos estados fértiles e históricos.
Con estos párrafos el publicista norteamericano John Reginald Southworth, abre el volumen dedicado a Oaxaca y Puebla (que editó en 1901), dentro la serie de obras para destacar las condiciones políticas, sociales, culturales y de inversión económica de varios estados de la República Mexicana. La edición bilingüe se ilustró con fotografías y está acompañada de anuncios publicitarios. Pocos datos biográficos se tienen de Southworth, lo que puede aventurarse sobre su trabajo como publicista es que colaboró con la política porfirista que buscaba inversiones extranjeras en México, la información contenida en su obra hace énfasis en los recursos naturales, la industria, la minería y el comercio.
Historia de la Revolución Mexicana en Oaxaca
Alfonso Francisco Ramírez (1896-1979) nació en Teposcolula, Oaxaca. Abogado, diplomático, orador, ensayista y poeta. Además, fue diputado federal y magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Perteneció a la Sociedad de Geografía y Estadística y a la Academia Mexicana de la Historia. “
El Estado de Oaxaca siempre se ha singularizado por su inquebrantable y entusiasta adhesión a los ideales de independencia y libertad, y a los principios en que descansa la dignidad humana. En todos los grandes movimientos nacionales en defensa de nuestra soberanía y audodeterminación, ha estado presente desde el primer momento, contribuyendo generosamente con la sangre y el pensamiento de sus hijos, al triunfo de las causas nobles”. Con estas palabras da inicio el autor al presente volumen en el cual resume la participación de Oaxaca en las distintas etapas de la historia de México. Durante la revolución, por ejemplo, analiza cómo Oaxaca permaneció enfrascada en una lucha de facciones por el poder político estatal. El libro, además, incluye documentos hasta ese momento inéditos sobre el periodo revolucionario en Oaxaca.
Diccionario Histórico de la Revolución en Oaxaca
En el año 1990, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM) emprendió el proyecto editorial Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana, que constaría de 8 volúmenes. Cada una de las 32 entidades de la República Mexicana convocó a historiadores e investigadores para escribir sobre personajes y episodios de la Revolución en sus territorios. El presente volumen: Diccionario histórico de la Revolución Mexicana en Oaxaca, perteneció a aquella magna obra. Para la edición del año 2000, los autores se propusieron ampliar la propuesta inicial al agregar un esbozo histórico, fotografías, una cronología, y algunas fichas más. Dicha versión, que el INEHRM coeditó junto a la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, es la que ahora, en formato electrónico, se pone a disposición del público en general.
Estampas de la a Revolución
Serie
El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, de su programa editorial en formato electrónico, presenta una nueva colección de textos: Estampas de la Revolución Mexicana, con el propósito de difundir y promover el interés por la lectura de documentos fundamentales de este proceso histórico del siglo XX. Para ello pretende recuperar escritos de varios actores, mujeres y hombres de diversas posiciones ideológicas, y dando cabida a versiones tanto de personajes principales como de aquellos considerados tradicionalmente como secundarios, pues de alguna manera todos participaron en nuestro más importante acontecimiento económico, político y social del siglo.
El gran valor de estos textos radica en que permitirán revisar a muchos personajes, acontecimientos e instituciones, enriquecer nuestra perspectiva, entender mejor los procesos históricos y conocer distintas visiones desde ángulos excepcionales, por la privilegiada información que tenían los autores.
Memorias de Don Adolfo de la Huerta según su propio dictado
Lic. Roberto Guzman Esparza
A los 70 años de edad, Adolfo de la Huerta se dio a la tarea de evocar su pasado en largas charlas con su amigo y otrora secretario Roberto Guzmán, un tiempo que ineludiblemente hilaba el gran acontecimiento con el que nuestro país recibió el siglo xx: la Revolución Mexicana. Nacido en Guaymas, Sonora, De la Huerta vivió en un ambiente convulsionado, agreste, en un México de manifiestos, acuerdos y tratados que servían para llegar al poder, para lograr un pacto o una traición. El objetivo original de ese ejercicio de memoria era dar su propia versión sobre hechos en los que participó públicamente, en especial de aquellos de los que fue protagonista. El señor De la Huerta quería “aclarar”, dice su secretario, por qué “los hombres que han ocupado puestos públicos dejan una huella histórica que precisa limpiar de deformaciones debidas a errores o enconos”.
Diputado, gobernador, cónsul, secretario de Estado, presidente de la República; De la Huerta fue parte importante del engranaje revolucionario, sin duda. Sus memorias, transcritas y comentadas por quien lo acompañó en el exilio y en los momentos más candentes de su carrera política, es el testamento de viva voz del hombre que, junto con los generales Obregón y Calles, formó la poderosa alianza política y militar que gobernó al país durante los años veinte.
Adolfo de la Huerta y la Revolución Mexicana
Pedro Castro Martínez
Felipe Adolfo de la Huerta Marcor nació en Guaymas, Sonora, el 26 de mayo de 1881. Realizó sus estudios primarios en su pueblo natal y en Hermosillo. En 1896 se trasladó a la Ciudad de México para continuar su formación académica en la Escuela Nacional Preparatoria, donde estudió contabilidad, además de violín y canto —una de sus mayores pasiones en la vida—. Tras la muerte de su padre, en 1900, regresó a Sonora. Trabajó en diversas empresas en los ramos contable y administrativo, al tiempo que participaba en tertulias y eventos culturales como cantante. Con el pasar de los años se involucró en actividades políticas, primero como simpatizante del Partido Liberal Mexicano y después como agente antirreeleccionista. Apoyó a la revolución y al gobierno maderistas a nivel local, y fue uno de los civiles sonorenses de mayor confianza en el círculo cercano al Primer Jefe Venustiano Carranza, lo que le permitió ocupar cargos públicos relevantes como la gubernatura de Sonora.
El 23 de abril de 1920, Adolfo de la Huerta —con el respaldo militar de Plutarco Elías Calles— proclamó el Plan de Agua Prieta mediante el cual los sonorenses desconocían al gobierno de Carranza y se levantaban en armas. La rebelión triunfó luego del asesinato del coahuilense y De la Huerta fue designado presidente provisional. En seis meses de gestión, su gobierno interino logró finalmente trazar el camino hacia la reconstrucción y consolidación del nuevo Estado revolucionario, así como la reconciliación nacional. El 1 de diciembre de 1920 entregó el Poder Ejecutivo al presidente electo, Álvaro Obregón.
Este trabajo obtuvo Mención Honorífica en el Premio Salvador Azuela del INEHRM en 1990.
Historia del ejército y de la revolución constitucionalista (1a Época)
Juan Barragán Rodríguez
La participación de Juan Barragán dentro de la Revolución fue el acontecimiento central en su vida, por lo cual, una vez concluida la etapa armada y habiendo sido derrotado Carranza por los jefes sonorenses, Juan Barragán, quien conservó el archivo del Estado Mayor constitucionalista, se dio a la tarea de hacer la historia de ese movimiento y a difundir lo que, desde su punto de vista, explicaba su desarrollo y junto con él, el curso de la Revolución Mexicana.
Los dos tomos que publicó y uno tercero que ya no alcanzó a revisar, describen pormenorizadamente el surgimiento y desarrollo del constitucionalismo, hasta su llegada al poder, como corriente triunfadora de la Revolución. En conjunto, la obra constituye un amplio mosaico sobre el desarrollo militar y político de la facción triunfadora de la Revolución, antes de que se dividiera y fuera desplazada por los jefes sonorenses. Desde su primera publicación, ha sido y sigue siendo una obra de referencia obligada para todos los interesados en la historia militar y política de la Revolución, por lo que el INEHRM la pone a disposición del público nuevamente, con motivo del Centenario luctuoso de Venustiano Carranza. |
Historia del ejército y de la revolución constitucionalista (2a Época)
Juan Barragán Rodríguez
Como jefe del Estado Mayor de don Venustiano Carranza, Barragán tuvo en sus manos todos los partes de guerra y documentos militares remitidos por los diversos jefes de operaciones al Primer Jefe, por lo que pudo argumentar que tuvo una visión global de los hechos militares de aquellos años (1913-1920). Dichos documentos, reunidos en el archivo del Primer Jefe, fueron escondidos por el propio Barragán en 1920, quien los recuperó muchos años después para escribir la “verdadera” historia del Ejército y la Revolución constitucionalista, según su argumentación:
De regreso al país [...] ya con la calma necesaria y teniendo a mi disposición el mencionado archivo, rico en autógrafos y documentos inéditos, y aprovechando además el testimonio irrefutable de algunos de los protagonistas de este drama [...] decidí reanudar la interrumpida tarea de escribir la historia completa de [...] la Revolución Constitucionalista [...]. |
Historia del ejército y de la revolución constitucionalista (3a Época)
Juan Barragán Rodríguez
El general Juan Barragán Rodríguez nació en Río Verde, San Luis Potosí, en 1891. Descendía de uno de los presidentes de la República y su padre, próspero hacendado, era amigo personal del gobernador porfirista de Coahuila, Miguel Cárdenas, y del senador Venustiano Carranza, así como del doctor Rafael Cepeda de la Fuente, quien sería el principal dirigente del antirreleccionismo en San Luis Potosí. Siendo estudiante de derecho, Barragán se involucró con el maderismo, desempeñando diversas comisiones para el doctor Cepeda y don Venustiano, quienes a la caída de la dictadura saldrían electos gobernadores de San Luis Potosí y Coahuila, respectivamente. En 1913 se unió a la revolución constitucionalista, donde militó a las órdenes de los generales Lucio Blanco y Andrés Saucedo, hasta que don Venustiano Carranza lo llamó para incorporarlo a su Estado Mayor, del que pronto llegaría a ser jefe. Desde entonces y hasta la muerte del Varón de Cuatro Ciénegas —Barragán fue uno de los últimos leales que lo acompañó hasta Tlaxcalantongo— fue su fiel partidario. Y lo siguió siendo más allá de la muerte del Primer Jefe.
Carranza el Hombre, el político, el caudillo, el patriota
Francisco L. Urquizo
El presente libro, el general Urquizo lo inicia con la exposición de Carranza, el hombre: sus orígenes, su vida en familia. En los siguientes capítulos avanza conforme al título: Carranza, el político; y Carranza, el patriota. En estos apartados describe el camino del Varón de Cuatro Ciénegas en la política, desde su elección como presidente municipal de Cuatro Ciénegas y posteriormente como gobernador de Coahuila. Su participación en la Revolución apoyando a Madero y como al asesinato de éste, encabeza el movimiento constitucionalista que finalmente lo llevará a la Presidencia del país. Describe la esencia de la Doctrina Carranza que en materia de relaciones internacionales, tenía como eje el respeto de la autodeterminación de los pueblos y la no intervención como el acatamiento a la soberanía, las leyes, las instituciones y las formas de gobierno. Al final de esta obra, Urquizo describe el último episodio de la vida de Carranza: Tlaxcalantongo. El libro incluye la transcripción de la autopsia del cadáver de Carranza y busca así desmentir la versión que sostenía un posible suicidio.
Francisco Luis Urquizo Benavides nació el 27 de julio de 1891 en San Pedro de las Colonias, Coahuila. En 1911 se integró al maderismo y escaló rapidamente al grado de capitan primero del ejército maderista. Después de la Decena Trágica, Urquizo se incorporó al constitucionalismo y fue siempre leal y cercano a Venustiano Carranza. A su muerte fue parte del grupo de generales carrancistas exiliados del país, tiempo que aprovechó para iniciar una prolífica carrera literaria, lo que le mereció además ser considerado uno de los principales autores de la novela de la Revolución. Regresó a México en 1934, ejerció diversas actividades para el gobierno federal y dedicó sus últimos años, entre muchos más proyectos para salvaguardar la historia de la Revolución, a la creación del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Méxicana, el inehrm.
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Con Carranza, episodios de la revolución constitucionalista 1913-1914
Manuel W. González
Manuel W. González nació el 29 de octubre de 1889, se integró a la revolución de Madero y fue colaborador de varios periódicos maderistas. En 1913 se unió a las fuerzas constitucionalistas bajo las órdenes de Pablo González, de quien fue secretario particular y jefe de su Estado Mayor.
Ya con el grado de teniente, firmó el Plan de Guadalupe de Venustiano Carranza, contra el régimen de Victoriano Huerta. Más tarde desempeñó la subjetatura del Estado Mayor del Noroeste en las filas de Jesús Carranza. Tomó parte en las camapañas de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato, hasta la ocupación de la Ciudad de México en 1914. Después operó en Morelos y Guerrero. El 6 de mayo de 1920 recibió el grado de general de brigada, destinándosele a la campaña de Chiapas.
Meses después de que Carranza fuera derrocado y asesinado por la rebelión de Agua Prieta, salió exiliado a los Estados Unidos. Se desepeñó como redactor de varios diarios y en 1925 regresó a Monclova y siguió colaborando como articulista. En 1929 participó en la rebelión escobarista y, tras su fracaso, salió desterrado nuevamente a los Estados Unidos. A finales de 1930 regresó a México y ocupó distintos cargos en el servicio público y en el ejército. Murió en la Ciudad de México el 26 de marzo de 1956.
Manuel W. González fue un gran observador de los acontecimientos en los que le tocó participar y un buen escritor. El libro Con Carranza es un mosaico de estampas personales en las que el autor relata de manera amena sus recuerdos de la campaña constitucionalista.
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El triunfo del constitucionalismo
Varios autores
A cien años del fallecimiento de Venustiano Carranza, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (inehrm) rememora en la presente publicación tres acontecimientos centrales en la historia de la Revolución Mexicana: la batalla de Zacatecas, donde la División del Norte derrotó al Ejército federal huertista; la firma de los Tratados de Teoloyucan, por los que se entregó incondicionalmente la capital del país al constitucionalismo y se disolvió el ejército del antiguo régimen; y finalmente, el ingreso triunfal de Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, y con él, el restablecimiento del orden constitucional.
Al análisis de estos tres acontecimientos por parte de los historiadores Martha B. Loyo, Josefina Moguel, Javier Villarreal, Valentín García Márquez y Edgar Urbina Sebastián, en la presente edición se incluye también el Diario de la Batalla de Zacatecas de Felipe Ángeles, el famoso general que tuvo un papel decisivo como jefe de la artillería villista en la batalla de Zacatecas, y que escribió la que es sin duda la más completa narración sobre esta contienda, la más famosa y estudiada de la Revolución Mexicana. |
La Ciudad de México durante la revolución constitucionalista
Francisco Ramírez Plancarte
Francisco Ramírez Plancarte fue miembro de los batallones rojos que apoyaron al constitucionalismo en la guarnición capitalina. Vivió las ocupaciones de la ciudad de 1914 a 1915, cuando constitucionalistas y convencionistas se disputaron su control. Empezó a publicar sus vivencias en El Universal Gráfico, y en 1932 terminó de escribir La Ciudad de México durante la revolución constitucionalista, que publicó por sus propios medios en 1940 y después en la editorial Botas en 1941.
El autor narra en forma pormenorizada y crítica los principales acontecimientos vividos por la población capitalina entre 1914 y 1915. La obra inicia con la descripción de la situación que vivió la capital del país después de la Decena Trágica y del asesinato de Francisco I. Madero. Las reacciones que hubo entre la población al llamado de Carranza para desconocer y derrocar a Victoriano Huerta, y la inclinación de la sociedad hacia los revolucionarios.
Describe el arribo del ejército de Obregón a la Ciudad de México el 15 de agosto de 1914, y la entrada triunfal de Carranza ese mismo año. Reseña como la capital fue motivo de disputa entre las distintas facciones revolucionarias y refiere la entrada de las fuerzas zapatistas y el arribo de los villistas. Relata también como en enero de 1915, ante el rompimiento de la Convención de Aguascalientes, la ciudad se convirtió en un campo de batalla con la especulación de víveres, el cambio de moneda de acuerdo con la fuerza ocupante, y como la imposición de préstamos y la inseguridad se incrementaron. A la recuperación de la ciudad por parte de Obregón y su ejército, éste intenta imponer orden y aliviar el hambre de la población, aunque a su salida para continuar en campaña hizo zozobrar el proyecto. Será hasta la llegada de Pablo González en agosto de 1915, que el gobierno constitucionalista comenzó la reconstrucción de la ciudad.
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La herencia de Carranza
Luis Cabrera
Luis Cabrera fue uno de los intelectuales más brillantes de la Revolución Mexicana y una de las personas más cercanas a Venustiano Carranza. En La herencia de Carranza, el abogado poblano hace la semblanza del Primer Jefe de la revolución constitucionalista. Con la buena prosa que lo caracterizó, narra sus impresiones sobre quien conoció como como pocos.
Cabrera fue uno de los pocos hombres que permanecieron fieles a Carranza y que lo acompañó en su última travesía, escribe su libro a sólo tres semanas de su muerte. Estas páginas son las más emotivas, en ellas el autor narra los últimos días del presidente, en su intento por llegar a Veracruz, después de que la mayor parte del Ejército se le rebelara. En su testimonio, el autor combate la hipótesis de que Carranza se hubiera suicidado. Califica a su derrocamiento de cuartelazo. Luis Cabrera concluye que Carranza legó a México una nueva carta magna, una hacienda pública sana y un nuevo ejército.
En el marco de las actividades conmemorativas por el Centenario de la muerte de Venustiano Carranza, reeditamos La herencia de Carranza de Luis Cabrera, obra indispensable para conocer la vida y la obra de quien hizo posible la promulgación de la constitución social más avanzada de su época. |
La revolución como nosotros la vimos
Jesús Romero Flores
La Revolución como nosotros la vimos es el testimonio de Jesús romero Flores, maestro michoacano, revolucionario y constituyente de 1917. Quien fuera uno de los fundadores del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las revoluciones de México (inehrm), concibe a la historia de nuestro país como producto de un proceso revolucionario que atravesó por tres etapas: la Guerra de Independencia, la Guerra de Reforma y la Revolución Democrática inicada por Francisco I. Madero en 1910 y secundada por Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. El constitucionalista considera que la Revolución Democrática consta de cuatro etapas: el origen y sus causas, la lucha armada, el triunfo y consolidación del poder revolucionario y el desarrollo del programa social de la Revolución.
México-Tlaxcalantongo mayo de 1920
Francisco L. Urquizo
El general revolucionario y escritor Francisco L. Urquizo, que combatió en las filas del constitucionalismo, fue testigo directo de los últimos días del presidente Venustiano Carranza. Lo acompañó hasta Tlaxcalantongo, donde el Primer Jefe fue abatido por quienes se alzaron en armas en la rebelión de Agua Prieta.
Con pluma magistral, narra en el presente volumen los trágicos acontecimientos, entre ataques de tropas sublevadas, que superaban en número a los leales al presidente, deserciones y otras vicisitudes, frente a las cuales Carranza responde siempre con fortaleza y valentía.
El inehrm reedita la versión facsimilar de México-Tlaxcalantongo de Francisco L. Urquizo, fuente primaria fundamental para conocer el fin del gobierno y de la vida del gran estadista mexicano Venustiano Carranza. A esta edición hemos agregado una secuencia de imágenes —que a modo de álbum fotográfico— permiten conocer al lector, el que fuese último viaje del Varón de Cuatro Ciénegas.
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Origen del ejército constitucionalista
Francisco L. Urquizo
Francisco L. Urquizo es, sin lugar a dudas, uno de los personajes que más ha contribuido a que las generaciones posteriores a aquella que hizo la Revolución Mexicana hayan podido aproximarse a ese magno acontecimiento y entenderlo a través de su magistral pluma. Los escritos de Urquizo, en los cuales rescata sus vivencias como participante de la gesta revolucionaria y donde ofrece retratos e imágenes memorables de los sucesos, se han convertido en una de las mejores descripciones para la comprensión de un evento tan vasto y complejo como la Revolución. Por eso, su obra es una referencia obligada para todo aquel que quiera conocer lo que significó ese gran cataclismo social que transformó para siempre a nuestro país.
El inehrm presenta ahora nuevamente la edición facsimilar de su obra Origen del ejército constitucionalista, conferencia que Urquizo dictó el 22 de febrero de 1963, cuando se cumplieron los primeros diez lustros del Ejército Mexicano, y que el INEHRM editó en 1964 para conmemorar a su vez el cincuentenario de la firma de los Tratados de Teoloyucan, 13 de agosto de 1914. Ahora el motivo de esta nueva edición es la conmemoración de los 100 años del fallecimiento de Venustiano Carranza.
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Plan de Guadalupe decretos y acuerdos 1913-1917
Venustiano Carranza
El Plan de Guadalupe no sólo es un documento de una enorme trascendencia histórica, sino que es la base sobre la que descansa todo el sistema jurídico que nos rige hoy. Cuando don Venustiano Carranza lo dictó a su secretario Alfredo Breceda en la Hacienda de Guadalupe en marzo de 1913, lo hizo respondiendo al mandato que el Congreso de Coahuila le había dado el 19 de febrero de ese año a través de su famosísimo decreto número 1495: desconocer el gobierno usurpador de Victoriano Huerta y crear un ejército para enfrentarlo hasta que se pudiera reestablecer el orden constitucional interrumpido por el golpe militar.
Por eso, el Plan no sólo fue absolutamente legal, sino de una sencillez intachable. Fue legal porque el Congreso de Coahuila, de acuerdo al artículo 128 de la Constitución de 1857, era la única autoridad legalmente constituida en el país después del golpe militar, ligada a la soberanía del pueblo de México, con la facultad de ordenar el establecimiento del Ejército Constitucionalista, pues todos los demás poderes constituidos habían reconocido a Victoriano Huerta —excepto el gobierno de Sonora que, no obstante, atravesaba entonces por una crisis después de que el gobernador José María Maytorena había solicitado una licencia para ausentarse del país al saber del golpe—. Y el Plan era sencillo porque, de acuerdo a una interpretación del mismo artículo 128 de la Constitución, el Primer Jefe no debía utilizar los poderes extraordinarios sino para reestablecer el orden constitucional. Por eso, un decreto mucho menos conocido —pero igualmente importante, que sin duda estaba dentro del Estado de Derecho y que también se reproduce en esta colección de documentos— expedido por la Comisión Permanente del Congreso de Coahuila el 19 de abril de 1913 en Piedras Negras, sancionaba la legalidad del Plan de Guadalupe.
El resto de los documentos que forman la colección que el lector tiene frente a sí, son algunos de los ejemplos más importantes de los decretos que le dieron estructura a las reformas que demandaba la Revolución. |
Carta al pueblo de Yucatán
Salvador Alvarado
Salvador Alvarado nació en Culiacán, Sinaloa. Entusiasta del pensamiento liberal, del anarquista, y más tarde del socialismo, tuvo una destacada participación en la Revolución. Al producirse la ruptura entre las corrientes revolucionarias, Alvarado se mantuvo dentro de las filas constitucionalistas, y para 1915 se desempeñó como gobernador y comandante militar de Yucatán, en donde llevó a cabo una de las más importantes transformaciones económicas, políticas y sociales de la Revolución Mexicana: reordenó la producción y comercialización del henequén, principal producto de la península. Para ello promovió la organización de los trabajadores y peones rurales, estableció juntas de conciliación y arbitraje. Además, dio gran impulso a la instrucción pública al establecer escuelas de orientación pedagógica racionalista y más de 600 escuelas rurales. Colaboró con la lucha por la emancipación femenina al convocar al Primer Congreso Feminista nacional. Sus experiencias y propuestas para Yucatán las expresó en sus textos Carta al pueblo de Yucatán y Mi sueño, de 1916.
Mi actuación revolucionaria
Salvador Alvarado
Salvador Alvarado fue uno de los ideólogos y generales más destacados de la Revolución Mexicana. De ideas socialistas, en su gobierno en Yucatán realizó una profunda transformación política, económica y social, que refiere en Mi actuación revolucionaria en Yucatán. Texto que escribió para defenderse de los ataques de sus enemigos:
Encontré que la riqueza de aquel pueblo bueno y fuerte, hecho para mejores destinos, no tenía otro fundamento ni otro origen que el trabajo del indio. Sobre su miseria y sobre su ignorancia, que le convertían en máquina de labor, se habían levantado fabulosos capitales y se habían labrado fortunas de príncipes. |
El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México se congratula en publicar esta obra de Salvador Alvarado, uno de los grandes estadistas de la Revolución Mexicana.
Francisco L. Urquizo Vida y Obra El presente libro contiene diversas semblanzas del general revolucionario y escritor Francisco L. Urquizo Benavides, compiladas por el hijo del general, Juan Manuel Urquizo, en las cuales se analiza su obra militar y literaria. Se incluyen también fragmentos de varias de las novelas más conocidas de quien fue el escritor del soldado revolucionario: 3 de Diana, El polvo del camino, ¡Viva Madero! y Tropa Vieja. Francisco L. Urquizo coadyuvó al rescate de la memoria de la Revolución social que dio nacimiento al México del siglo xx, misma que difundió a través de sus obras. Con esta publicación el inehrm rinde homenaje a uno de sus fundadores. |
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El Senado estadunidense enjuicia a México y al presidente Carranza A través de esta obra, Rodolfo Villarreal Ríos da a conocer los pormenores del enjuiciamiento que hizo de México el Senado estadunidense y cómo las discrepancias entre republicanos y demócratas favorecían que no se invadiera nuestro país. El INEHRM se congratula en publicar El Senado estadunidense enjuicia a México y al presidente Carranza, que nos da cuenta de este episodio de las relaciones entre México y Estados Unidos, en el que las diferencias políticas entre partidos estadunidenses tuvieron un papel central. La investigación de Villarreal Ríos enriquece el conocimiento del periodo del gobierno de Venustiano Carranza, en el que el estadista mexicano enfrentó todo tipo de obstáculos para la reorganización del país al concluir el proceso revolucionario. |
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La influencia de la masonería en la Constitución de 1917 La mayoría de los diputados constituyentes de 1917 eran masones, por ello, en la conmemoración del Centenario de la Constitución no podía faltar el estudio de la influencia de la masonería en el texto constitucional. La presente obra colectiva fue coordinada por el doctor Manuel Jiménez Guzmán, quien destaca en su presentación que el propio Venustiano Carranza fue masón, así como Luis Manuel Rojas, quien fuera presidente del Congreso Constituyente y Gran Maestro de la Gran Logia del Valle de México. En el marco de la Conmemoración del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el INEHRM se congratula en publicar esta obra, que muestra el pensamiento masónico en la Constitución de 1917. |
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La Ciudad de México durante la revolución constitucionalista Francisco Ramírez Plancarte fue miembro de los batallones rojos que apoyaron al constitucionalismo en la guarnición capitalina. Vivió las ocupaciones de la ciudad de 1914 a 1915, cuando constitucionalistas y convencionistas se disputaron su control. Empezó a publicar sus vivencias en El Universal Gráfico, y en 1932 terminó de escribir La ciudad de México durante la Revolución Constitucionalista, que publicó la editorial Botas en 1941. A cien años de aquellos hechos, reeditamos con el gobierno de la Ciudad de México el presente testimonio, importante fuente histórica para conocer lo acontecido en nuestra capital en el proceso revolucionario que culminó con la Constitución que nos rige. |
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La Revolución como nosotros la vimos es el testimonio de Jesús Romero Flores, maestro michoacano, revolucionario y constituyente de 1917. Quien fuera uno de los fundadores del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), concibe a la historia de nuestro país como producto de un proceso revolucionario que atravesó por tres etapas: la Guerra de Independencia, la Guerra de Reforma y la Revolución Democrática iniciada por Francisco I. Madero en 1910 y secundada por Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. El constitucionalista considera que la Revolución Democrática consta de cuatro etapas: el origen y sus causas, la lucha armada, el triunfo y consolidación del poder revolucionario y el desarrollo del programa social de la Revolución.Sobre el Congreso Constituyente, del que formó parte, Romero Flores nos narra las discusiones de los artículos más importantes. Sobre el 3o señala: |
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La Concepción sobre la democracia en el Congreso Constituyente de 1916-1917 con relación al de 1856-1857
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Génesis de los artículos 27 y 123 de la Constitución Política de 1917
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Los grandes problemas nacionales
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La Revolución y los revolucionarios - Tomo II Desde su primera publicación, Revolución social o motín político, que escribió a los 21 años, José C. Valadés se dedicó a estudiar la Revolución Mexicana con la convicción de que no había una, sino muchas revoluciones dentro de un proceso totalizador.Valadés culminó sus estudios sobre el proceso revolucionario con la Historia general de la Revolución Mexicana en diez volúmenes, única historia general que se ha escrito por un solo autor hasta la fecha. Además, el historiador elaboró la primera historia oral de la Revolución, recogiendo los testimonios de los revolucionarios en el exilio, que hoy reeditamos. |
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Querétaro de la Constitución. Constitución de Querétaro
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Con Carranza
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Los Tratados de Bucareli y la rebelión delahuertista
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Historia del Ejército y de la Revolución Constitucionalista Primera Época
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Los Últimos Días del Presidente Madero
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Radiografía del Cuartelazo 1912-1913
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La Decena Trágica
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Plan de Guadalupe. Decretos y Acuerdos 1913-1917
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Origen del Ejército Constitucionalista
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Historia del Ejército y de la Revolución Constitucionalista Segunda Época
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Historia del Ejército y de la Revolución Constitucionalista Tercera Época
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Diccionario de generales de la Revolución, tomo I. A-L
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Diccionario de generales de la Revolución, tomo II. M-Z
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Historia del Congreso Constituyente de Mendiolea |
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Las corrientes revolucionarias y la soberana convención En esta obra, Felipe Ávila describe el origen, desarrollo e ideología de cada una de las corrientes revolucionarias que participaron en la Soberana Convención. Asimismo, hace el análisis pormenorizado de la asamblea. De los grupos revolucionarios, estudia sus acciones militares y políticas para de comprender cuál era su proyecto de Nación.
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Los hombres de la Soberana Convención Revolucionaria
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La Convención Revolucionaria de Aguascalientes
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Crónicas y Debates de las Sesiones de la Soberana Convención Revolucionaria. TOMO I. TOMO II. TOMO III. La obra Crónicas y Debates de las Sesiones de la Soberana Convención Revolucionaria de Florencio Barrera Fuentes es la recopilación más completa sobre la asamblea, que fue el antecedente más importante del Congreso Constituyente que dio origen a nuestra Carta Magna. En sus más de dos mil páginas, nos da el contexto de las apasionadas discusiones de los delegados convencionistas en sus distintas etapas, desde la primera sesión en la Ciudad de México el 1º de octubre de 1914, hasta el 8 de julio del siguiente año. Contiene, asimismo, las actas de las sesiones y las crónicas que aparecieron en los periódicos El Liberal, El Pueblo, El Renovador y La Convención. El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (ineHrM) presenta al público lector la reedición de esta obra fundamental de Barrera Fuentes, en el Centenario de la Soberana Convención Revolucionaria (1914-2014), por constituir una fuente primaria indispensable para conocer a la asamblea que propuso las soluciones más radicales a las demandas de la Revolución Mexicana. En las páginas de la presente obra, el lector encontrará todos los artículos contenidos en el Programa de Reformas Económicas, Políticas y Sociales de la Revolución. Florencio Barrera Fuentes ingresó como investigador al INEHRM en 1953, siendo parte de su Patronato hasta su muerte, en 1987. La presente edición es un reconocimiento a la importancia de su obra. |
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De la caida de Madero al ascenso de Carranza
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Viernes 6 de septiembre de 2024 19:26:26
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