Los escritos contra Hidalgo o de cómo fueron retratados por los realistas el cura, los líderes insurgentes y sus simpatizantes
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Indice

Introducción; Los escritos contra Hidalgo o de cómo fueron retratados por los realistas el cura, los líderes insurgentes y sus simpatizantes

Cronología

Fuentes documentales

Bibliografía

 

 

 

Introducción

 

Los escritos contra Hidalgo o  de cómo fueron retratados por los realistas el cura, los líderes insurgentes y sus simpatizantes

 

Desde que el cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, arengó a sus feligreses la madrugada del 15 de septiembre de 1810, hasta su captura y muerte en julio del año siguiente, los edictos, diálogos, cartas, manifiestos y otros escritos en su contra circularon por las principales ciudades y villas del virreinato de la Nueva España. Las autoridades seculares y eclesiásticas, por instrucciones del virrey Francisco Xavier Venegas, vertieron en papel las características y argumentos que dibujaron el primer perfil no sólo de Hidalgo, sino de todos sus seguidores, fuesen militares, religiosos, rancheros, criollos, mestizos o indios.

Ya el 24 de septiembre de 1810, el arzobispo de México, Francisco Javier de Lizana y Beaumont, escribió una  Exhortación dirigida a todos los habitantes de su diócesis con el fin de mantener la quietud pública y “evitar las funestas consecuencias que a los súbditos amenazan, si no se aquietan y desisten de sus ideas revolucionarias”[1]. Cuatro días después, se publicó en la Gazeta del gobierno de México, el bando de Venegas donde hacía públicas su intenciones de tomar las providencia necesarias para imponer castigo a los alborotadores y “vindicar a los fidelísimos americanos españoles y naturales del reino” (Documento 1). Los primeros días del mes siguiente, el  Santo Oficio emitió un edicto citando a Hidalgo a presentarse ante el tribunal de la fe para contestar los cargos de herejía y apostasía levantados desde el año de 1800 - y que habían continuado hasta 1809 – además de avisar a todos los habitantes que “los promotores de la sedición e independencia tienen por corifeo un apostata de la religión”.[2] (Documento 2)

De una extensión mayor y con carácter propagandístico se publicaron las dieciséis cartas de un doctor mexicano al Sr. Hidalgo, conocidas comúnmente por el nombre del Anti – Hidalgo y los quince Diálogos Patrióticos escritos por el canónigo José Mariano Beristáin de Souza. Fray Ramón Casaús, autor del Anti – Hidalgo, inicia sus cartas calificando al párroco como un ex sacerdote, ex cristiano, ex americano, ex hombre y generalísimo capataz de salteadores y asesinos (Documento 3). El vocabulario utilizado habla por sí mismo. A pesar de que podría parecer un lenguaje burdo, Casaús, ex compañero de estudios de Hidalgo, era un hombre letrado que acusaba a su remitente de ignorante de las leyes, la política, la historia o la filosofía. Del mismo modo afirma la incapacidad de Hidalgo de hacer frente a sus deberes como miembro de la Iglesia:

 

“El abuso del ministerio de la divina palabra ha puesto el sello a tu espantosa ignorancia, y por grados te ha ido reduciendo al estado de estupidez y barbarie, en que puede hallarse el cafre o el caribe más idólatra…”[3]

 

El objetivo de las reflexiones apuntadas en sus cartas era buscar la salvación de Hidalgo y de sus “seducidos secuaces” para resarcir el dañado hecho al honor americano, “consolar la piedad” y calmar a los fieles quienes, escandalizados con el comportamiento de los insurgentes, habitaban anteriormente un reino caracterizado por el mantenimiento de la paz y el orden, en una especie de edad de oro.

Esta misma temática es repetida por Mariano Beristáin, autor que da vida a los personajes Filopatro, Aceraio y Morós. El diálogo, que en ocasiones se presenta ameno y en otras de franca confrontación, presenta a los tres hombres discurriendo sobre la personalidad de Hidalgo y de otros cabecillas insurgentes, de las tropas y de los motivos que iniciaron el movimiento. En contraste con Ramón Casaús, Beristáin dibuja a Hidalgo como un hombre docto y sabio quien,  arrastrado por la soberbia que ciega su  entendimiento, ha decidido iniciar el proyecto revolucionario. Sobre Allende, se lee: “joven atolondrado, desconocido por algunas prendas y cualidades brillantes, que pudieran deslumbrar a los menos cautos.”[4] (Documento 4)

Beristáin expone, en voz de Filopatro, los argumentos que los realistas sustentaban contra la insurgencia. En primer lugar afirmaba que Hidalgo predicaba un nuevo derecho natural y de gentes que buscaba instruir al ranchero y al peón a arrojar a los españoles de sus propiedades. Que los indios y otros habitantes de la Nueva España decidieran adherirse al movimiento, sólo podía entenderse si se tomaba en cuenta que el cura de Dolores les prometía:

 

“resucitarían triunfantes a los tres días e irían a encontrarse (en 12 de diciembre, día de Nuestra Señora de Guadalupe) sentado bajo solio, repartiendo tierras y trojes, magueyales, muladas y boyadas.”[5]

 

En la cita anterior se pueden vislumbrar dos aspectos dignos de mención. Por una parte el autor pone de relieve la capacidad de Hidalgo de juntar a un buen número de personas quienes, en busca de  tierras, se sumaban a la rebelión. Por otra parte el uso de la imagen de la Virgen de Guadalupe por los insurgentes fue continuamente rechazado por los realistas; el mismo Beristáin consideraba que Hidalgo hizo de la imagen del rey Felipe VII y de la virgen sus estandartes más valiosos para sublevar y armar a gentes sencillas, religiosas y fieles. Por otro lado el autor del Anti- Hidalgo, afirmaba que el nombre de la virgen había sido “escarnecido y blasmefado” para justificar las rapiñas, sacrilegios, herejías y matanzas. El virrey Venegas apuntaba – en el bando ya señalado -  que la santa imagen tan sólo pretendía deslumbrar a los incautos “con esta apariencia de religión, que no es otra cosa que hipocresía imprudente.”

            Tal como señala Juan Hernández Luna en su artículo “Hidalgo pintado por los realistas”: a pesar de que el cura fue presentado en los más juiciosos escritos realistas como un hombre soberbio guiado por intenciones “luciferinas”, se pueden vislumbrar las virtudes de Hidalgo en esos mismos textos: sabio, docto y reformador agrario o revolucionario agrarista. Los calificativos que pretendían denostar su personalidad, así como el movimiento independentista que encabezaba, no fueron gratuitos. Como dice el refrán: “quien tiene enemigos, no duerma.”



[1] Gazeta del gobierno de México, tomo I, núm. 110, 28 de septiembre de 1810.

[2] “Edicto de la Inquisición citando al Sr. Hidalgo para que se presente a contestar los cargos de herejía, apostasía, etc., de que ha sido acusado.” en J. E. Hernández y Dávalos, Historia de la guerra de Independencia de México, México, Comisión Nacional para las celebraciones del 175 aniversario de la Independencia nacional y 75 aniversario de la Revolución Mexicana, 1985, Tomo I, pp. 121 - 122.

[3] Ibíd., Tomo II, p. 624.

[4] Beristáin de Souza, José Mariano, Diálogos patrióticos, México, Imprenta de Jáuregui, 1810, p. 1. Tomado de: http://rodrigomorenog.files.wordpress.com/2011/02/beristain-dic3a1logos-patric3b3ticos.pdf

[5] Hernández Luna, Juan, “Hidalgo pintado por los realistas” en Historia mexicana, México, El Colegio de México, mayo de 2012, p. 16

 

 

Cronología

 

1810

·      15 de septiembre. Miguel Hidalgo arenga a sus feligreses en la villa de Dolores a unirse al movimiento armado contra las autoridades españolas y los excesivos impuestos.

·      23 de septiembre de 1810. El virrey Francisco Xavier Venegas exigió a las corporaciones civiles y eclesiásticas redactar la propaganda necesaria que contrargumentara los principios o móviles de la insurgencia.

·      24 de septiembre de 1810. Francisco Javier de Lizana y Beaumont, arzobispo de México, escribió una  Exhortación dirigida a todos los habitantes de su diócesis con el fin de mantener la quietud pública.

·      13 de octubre de 1810. El Santo Oficio emite un edicto citando a Hidalgo a comparecer ante el tribunal y contestar los cargos de herejía y apostasía en su contra.

1811

·      Se termina de imprimir, en la Oficina de Doña María Fernández de Jáuregui, la obra de José Mariano Beristáin y Souza, titulada Diálogos Patrióticos. En ella se pretenden desdibujar los argumentos que sostenían la lucha insurgente.

1813

·      Inicia la publicación periódica El Verdadero Ilustrador Americano, bajo la pluma de Mariano Beristáin. Este periódico era antagónico al periódico insurgente El Ilustrador Americano, dirigido por José María Cos.

1816

·      Mariano Beristáin, clérigo novohispano, predicó su “Discurso cristiano / declamatorio contra los rebeldes de la Nueva España.”

 

 

 

 

Fuentes Documentales

 

  • Documento 1. Bando del virrey Venegas en Gazeta del gobierno de México, tomo I, núm. 110, 28 de septiembre de 1810.

  • Documento 2. Edicto de la Inquisición citando al Sr. Hidalgo para que se presente a contestar los cargos de herejía, apostasía, etc., de que ha sido acusado, 13 de octubre de 1810.


  • Documento 3. El Anti – Hidalgo. Cartas de un doctor mexicano al Sr. Hidalgo.


  • Documento 4. Beristáin de Souza, José Mariano, Diálogos patrióticos, México, Imprenta de Jáuregui, 1810 – 1811.

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

Hernández Luna, Juan, “Hidalgo pintado por los realistas” en Historia mexicana, México, El Colegio de México, mayo de 2012.

Juan Hernández realiza una aproximación descriptiva a los textos que clérigos y oficiales de la corona española redactaron días después de iniciado el levantamiento insurgente.

 

Serrano Ortega, José Antonio, “El discurso de la unión: el patriotismo novohispano en la propaganda realista durante el movimiento insurgente de Hidalgo” en Estudios de Historia Novohispana, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, vol. 14.

En este artículo Serrano Ortega pretende puntualizar cómo los novohispanos que colaboraron en la campaña propagandística contrainsurgente aprovecharon su alianza con el gobierno virreinal para incorporar viejas demandas criollas y cómo existieron distintas posturas dentro del campo realista sobre la manera de atacar a Hidalgo y sus seguidores.

 

Villoro, Luis, El proceso ideológico de la guerra de independencia, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

En esta obra, el filósofo Luis Villoro confronta los proyectos políticos, sociales e históricos de Hidalgo y el movimiento insurgente con los de sus adversarios, los realistas, desde una perspectiva ontológica.

 

Zayas de Lille, Gabriela “Los sermones políticos de José Mariano Beristáin de Souza” en Nueva Revista de Filología Hispánica, México, El Colegio de México, 1992, vol. XL, núm. 2, pp. 719 – 759.

Gabriela Zayas dedica este artículo al análisis de los sermones escritos por Mariano Beristáin con el objetivo de dejar en claro que los escritos e intereses del clérigo novohispano fueron más allá de su bibliofilia claramente plasmada en su obra Biblioteca Hispanoamericana Septentrional.

  • Episodios de la Independencia
    • Los escritos contra Hidalgo o de cómo fueron retratados por los realistas el cura, los líderes insurgentes y sus simpatizantes
Última modificación:
  Martes 25 de noviembre de 2014 11:40:47 por


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